José Víctor Rodríguez y Benito Rodríguez van a mantenerse al frente de la Federación Interinsular de Automovilismo de Las Palmas (FALP) y la Federación Interinsular de Automovilismo de Santa Cruz de Tenerife (FIASCT) después de las votaciones celebradas a última hora de la tarde del pasado 16 de diciembre. Los asamblearios de ambos entes apostaron por la continuidad frente a la novedad que suponían los otros dos candidatos.
En la de Las Palmas, aunque los cálculos que manejaban algunos miembros de la Asamblea anticipaban un posible relevo en la presidencia, finalmente José Víctor Rodríguez ganó por un margen de cinco votos. Su candidatura obtuvo 18 a favor y la de Miguel Ángel Toledo, 13, junto a los dos en blanco y uno nulo. Todos los asamblearios de la FALP acudieron al Gran Canaria Arena para participar en la votación, un detalle muy ilustrativo del interés que había en estas elecciones.
Antes de producirse las votaciones tanto Rodríguez como Toledo tuvieron un turno de palabra para exponer las bases de sus respectivos programas. El presidente reelecto defendió el trabajo realizado en los últimos cuatro años que, en su opinión, ha permitido mantener un elevado nivel en las pruebas y campeonatos de la FALP. También solicitó diálogo y unidad para resolver los problemas de este deporte y anunció la creación de un grupo de gobierno renovado, más joven y, por primera vez, con presencia de la mujer. Rodríguez dijo que esta será su última legislatura como presidente de la FALP.
Por su parte Toledo explicó un programa que, dijo, era "fiable y realizable", entrando en detalle sobre las medidas que proyectaba tomar y la nueva estructura federativa. El candidato fue categórido en su negativa a que la FALP siga ejerciendo como organizador y defendió el fomento de la creación de nuevos clubes para asumir esta labor con rebajas en permisos y licencias. La presidencia de la mesa electoral manifestó su conocimiento de las presiones recibidas por algunos electores para conocer sus intenciones de voto, por lo que agregó una segunda urna para que los votantes depositaran allí la segunda papeleta no utilizada, con el fin de garantizar el voto libre y secreto de los participantes.
Mucho más apretada estuvo la votación en la FIASCT. Allí su contrincante Francisco Negrín convenció con su programa a 18 asamblearios por los 19 que decidieron confiar por tercera vez el futuro del automovilismo tinerfeño a la figura de Benito Rodríguez.