Julio Martínez y Carlos Larrodé han tenido un complicado arranque en el Campeonato de España de Rallies de Asfalto con el Porsche 996 GT3. Un problema técnico ya en el primer tramo del Rally Sierra Morena tuvo como consecuencia su abandono. El equipo solventó ese inconveniente para que se reengancharan a la carrera en la segunda etapa y así hacer kilómetros con este GT en asfalto peninsular.
“Después de los cuatro primeros kilómetros del primer tramo del rally notamos que algo iba mal en el tren trasero. Un brazo que regula la caída no tenía el apriete suficiente y el coche era imposible de conducir”, explica Martínez. Con una penalización levemente superior a los veinte minutos por los tramos no realizados de la primera jornada, la pareja Martínez-Larrodé volvió a la carga el sábado por la mañana.
“Asumimos como positivo tener la oportunidad de disputar 100 kilómetros cronometrados para así ir recuperando el ritmo después de tantos meses sin competir”. Esta etapa fue de lo más fructífero para los canarios, que tomaron buena nota del trabajo que hay que hacer en el coche para las próximas pruebas. “El motor va perfecto, pero tenemos que trabajar en diferentes puntos para hacerlo más manejable en su conjunto. En firmes irregulares su comportamiento no era el más idóneo, pero a pesar de ello logramos ir mejorando nuestros tiempos en la repetición de los tramos de esta etapa. Después de esta lectura, necesitábamos este día para adaptarnos a los nuevos neumáticos que equipan los GT como el nuestro”.
Remontando posiciones, Julio Martínez y Carlos Larrodé acabaron en la segunda plaza de los vehículos GTR y en la tercera de la ventana Júnior. “Creo que en Canarias podemos estar bien”, concluyó el piloto de Revi.