No ha tenido rival... Xevi Pons ha dominado sin ambages la prueba inaugural de un Campeonato de España de Tierra, inaugurado este fin de semana en Lorca con un plantel de pilotos y máquinas ciertamente halagüeño, donde aspira a dejar de nuevo su impronta, y, ya de paso, adquirir ritmo y velocidad para su gran objetivo a medio plazo: el Dakar.
Aunque, en los compases iniciales, no se ha encontrado demasiado entonado al volante del Peugeot 208 R5 de Calm -el suyo propio, que guardaba en su escuela, con el que ganó el pasado año el Rallye de Cervera, lo vendió hace unos meses-, el catalán ha ido incrementando su confianza a lo largo de la matinal, encadenando tres scratch con los que ha puesto tierra de por medio respecto al Ford Fiesta R5 del vigente subcampeón de España, Gorka Eizmendi.
El vasco, espoleado por los resultados que encadenó durante la recta final del pasado año, ha comenzado la temporada con mucho ímpetu, adjudicándose, de hecho, el mejor tiempo en el primer tramo. Pero, de ahí en adelante, ha perdido confianza en sus notas y no ha tenido ritmo como para plantearse plantar cara a Pons.
Ambos se encontraban separados por medio minuto en el ecuador del rallye cuando, a primera hora de la tarde, poco después de comenzar la antepenúltima especial bajo un chaparrón puntual, el guipuzcoano se ha visto sorprendido por un parche de barro después de un rasante y ha caído violentamente a una parcela, quejándose de un fuerte dolor de espalda que ha obligado a los médicos a intervenir. Por tanto, el tramo ha tenido que ser neutralizado.
A partir de ese momento, Pons ha puesto el piloto automático y se ha dedicado a administrar su ventaja hasta la línea de llegada, en la que ha rubricado una victoria que le ratifica desde el principio como máximo favorito a ganar un campeonato cuyo nivel deportivo, indudablemente, se refuerza con la presencia de pilotos de su clase y condición.
Aunque el catalán haya dominado con holgura, casi de principio a fin, el rallye no se ha visto carente de emoción e interés en muchas de sus vertientes.
Sin ir más lejos, Willy Villanueva y Jorge del Cid (vencedor de la Evo Cup) han protagonizado una apasionante pugna por el segundo puesto, que se ha decidido en los últimos compases a favor del madrileño y su nuevo Citroën DS3 R5 por sólo 10"4.
Por el contrario, Álex, el mayor de la saga, no ha tenido posibilidad de pelear por los puestos de honor, después de experimentar una pérdida de rendimiento en su Skoda Fabia R5 que le ha encaminado al abandono a mediodía, cuando rodaba tercero.
José Luis Peláez ha aprovechado la coyuntura para situarse cuarto, cerca del piloto de Azpeitia, seguido por Juan Carlos Quintana, una de las sorpresas de la jornada en su primera actuación con un Mitsubishi 'Proto'.
Josep Basols ha finalizado sexto, por delante de Cristóbal García, Daniel Alonso y su compañero en el equipo MRW, Eduard Forés. Aritz Iriondo, décimo de la general, ha encabezado la categoría R2, por delante de Jan Solans, vencedor en la primera cita de la Beca Junior R2, a pesar de un fallo en la mariposa que ha afectado durante buena parte del día al rendimiento de su motor.
Por su parte, Kevin Guerra ha vuelto a dominar en los tramos murcianos entre los Toyota Aygo de la Copa Kobe Motor, confirmándose como uno de los principales aspirantes a hacerse con el título esta temporada.