Kia se puede considerar como una de las marcas pioneras en el proceso de electrificación de su oferta. El lanzamiento, hace un lustro, del Soul EV ha proporcionado al fabricante información valiosa sobre cuáles son los aspectos más controvertidos y cuáles los más relevantes desde el punto de vista del usuario. Toda la experiencia adquirida y los grandes aciertos demostrados en el transcurso de tan ventajoso aprendizaje han servido para establecer las bases sobre la que debía derivar cualquier desarrollo posterior en este sentido.
Y así lo hicieron. En origen, la plataforma sobre la que descansa el modelo está ideada para albergar distintos sistemas de propulsión electrificados –híbrido e híbrido enchufable-, incluida la variante e-Niro cero emisiones objeto hoy de nuestro análisis. Dicha base supone un punto de partida indispensable para que la incorporación de las baterías tenga una influencia mínima en la habitabilidad y capacidad de carga del vehículo. A su vez, su ordenada disposición en el plano bajo del vehículo las convierte en un elemento integral de la propia estructura contribuyendo a reducir el centro de gravedad y mediante un equilibrado reparto de pesos, favorecer la estabilidad general del vehículo.
Con buen criterio, la arquitectura seleccionada por Kia para acoger todo el desarrollo anterior es la de un SUV de tamaño compacto, una categoría que ejerce en estos momentos un poder hegemónico sobre el conjunto de las ventas del mercado. El e-Niro mide 4,38 metros de longitud, 1,81 de ancho y 1,56 metros de alto. La batalla (distancia entre ejes) es de 2,70 metros y el volumen del maletero se eleva hasta los 451 litros. Su diseño y dimensiones, por tanto, aseguran poder disfrutar de un vehículo al que no le falta atractivo y con una generosa amplitud de espacio.
DOS VERSIONES
Teniendo en cuenta las anteriores consideraciones y lo que a continuación explicaremos, el e-Niro es sin lugar a dudas una alternativa más que válida a los SUV convencionales proporcionando la oportunidad de hacer frente tanto a los trayectos cotidianos como a los viajes de más larga distancia con la misma utilidad práctica, sin las preocupaciones lógicas por la autonomía y lo que es aún más importante, sin emitir ni un solo gramo de CO2.
En Canarias se comercializa en dos niveles de acabado –Spirit y Klass- así como con dos sistemas propulsores, con batería de alta capacidad de 64 kWh o estándar de 39,2 kWh. Nuestra unidad de prueba corresponde a la de mayor autonomía, unos 455 kilómetros en ciclo combinado según el nuevo estándar de medición WLTP (en ciclo urbano el dato asciende hasta los 615 kilómetros). Son unas excelentes cifras de referencia aunque como muchos interesados sabrán hay distintos factores que influyen en el rendimiento final como la orografía o la temperatura ambiental -en el archipiélago en menor medida teniendo en cuenta el clima del que disfrutamos la mayor parte del año-, pero principalmente el estilo de conducción.
Aún así, el Kia e-Niro pone a disposición del usuario todo un abanico de herramientas que permiten, con cierta práctica, gestionar con solvencia cualquiera de estos aspectos. Atendiendo también a la información proporcionada por el fabricante, las baterías sólo requieren de algo más de 40 minutos para pasar del 20 al 80% de la carga cuando el vehículo se enchufa a un cargador rápido de 100 kW. Esto no es, hoy por hoy, lo convencional sin bien lo que se va imponiendo son los cargadores de 7,2 kW con el que en menos de diez horas se consigue niveles similares de carga.
Cada cual que haga sus cávalas según su situación particular pero diversos estudios señalan que en el 80% de los casos –es el mío también- los desplazamientos diarios no superan los 50 kilómetros.
NO PASA DESAPERCIBIDO
Su aspecto no difiere del estilo propio de un SUV. Junto a su postura elevada, los protectores a lo largo de todo el perímetro inferior de la carrocería, incluidos los pasos de rueda, y la larga silueta dominada por la zona acristala y unas peculiares llantas de 17 pulgadas surgen toda una serie de elementos exclusivos del modelo.
Nos referimos a la calandra ahora cerrada donde se integra la trampilla para la toma de corriente, el parachoques con las tomas de aire rediseñadas respecto a las variantes híbrida e híbrida enchufable o los faros con luces diurnas LED con forma de flecha. Todos estos elementos van decorados con incrustaciones en color azul turquesa. Este tono distintivo que hace referencia a su naturaleza eléctrica también se representa en el parachoques posterior sobre una zaga cuyos faros presentan una característica firma luminosa también de LED.
Una vez se accede al interior no es difícil reconocer los gadgets alusivos a su categoría como eléctrico. El principal se sitúa sobre el túnel central flotante y corresponde al selector giratorio de marcha con sólo tres posiciones y botón de parada-. En el nivel de acabado Klass a su lado se sitúan los controles del freno de estacionamiento automático, el selector de modo de conducción –Eco, Eco+, Normal y Sport- así como los de activación y desactivación del auto-hold, los sensores de proximidad, el de la ventilación y calefacción de los asientos y el del volante calefactable. La ambientación es elegante y nada abigarrada e incorpora otras comodidades propias de un vehículo de alta gama como los asientos en piel, en el caso del conductor, con ajuste automático y memoria de dos posiciones.
Tanto la pantalla táctil como el cuadro de instrumentos digital contienen funcionalidades e información asociadas a su estatus como vehículo eléctrico. En la primera, además de la interfaz correspondiente a la radio y el sistema de navegación se puede visualizar, entre otras utilidades, el nivel de carga o la autonomía restante. En el segundo se monitoriza la gestión de la batería y el estilo de conducción mientras otros indicadores informan sobre el modo de conducción seleccionado y el grado de retención del sistema inteligente de frenado regenerativo.
LA REGENERACIÓN ES CLAVE
Con 204 CV (150 kW) bajo el capó y el registro de kilómetros disponibles en su nivel máximo, emprendemos marcha con los cinco sentidos centrados en descubrir cada detalle sobre la actuación de aquellas tecnologías destinadas a gestionar el consumo de batería y por añadidura, a optimizar la autonomía.
En este sentido el recurso más sencillo es alternar entre los modos de conducción que de forma programada modifican la entrega de potencia del sistema de propulsión. En el modo Sport es notorio también cómo se endurece la dirección.
Se necesita algo más de destreza para sacar el máximo partido a las levas situadas tras el volante con las que se acciona los distintos grados de recuperación de energía. Son cuatro: nivel 1, nivel 2, nivel 3 y One Pedal. Con la palanca situado a la izquierda y a medida que subimos el nivel, la frenada regenerativa se hace más patente –con la leva derecha se consigue el efecto contrario-. Ello nos permitió realizar un largo recorrido por carretera sin apenas tocar el pedal de freno. Con el modo ‘One Pedal’ se alcanza el grado máximo de recuperación de energía. Está orientado a los trayectos en ciudad y posibilita avanzar y frenar el vehículo accionando únicamente el pedal del acelerador.
En conclusión, el e-Niro escenifica las grandes posibilidades y el grado de tecnificación de un vehículo eléctrico convertido en alternativa real. Su precio, disponible desde 32.000 euros descuentos promocionales incluidos, no dista en exceso de los de un vehículo convencional con el mismo nivel de prestaciones y equipamiento, ventajas a las que hay que añadir su bajo coste de utilización (consumo 14,7 kWh/100 km), los beneficios de la conducción cero emisiones y el respaldo, como en el resto de la gama Kia, de los 7 años de garantía.