Es de agradecer que Hyundai haya escogido el método de desgranar y ofrecer por entregas las cualidades y características que atesora el nuevo Kona N y así poder descubrir poco a poco cuál es su verdadera dimensión. La primera relacionada con detalles de su diseño y la segunda describiendo el potencial mecánico de su motor y aspectos sobre la gestión de la nueva transmisión N DCT de ocho velocidades. Hoy nos centraremos en su dinámica.
Y es que el SUV urbano reúne todo los ingredientes que hacen que cotice como miembro de pleno derecho de la exclusiva familia de vehículos de alto rendimiento de la marca coreana al mismo tiempo que es capaz templar su carácter para convertirse en el compañero perfecto para los desplazamientos a diario. Y ustedes se preguntarán ¿Cómo domesticar a un vehículo nacido para dar el do de pecho en circuito, comportarse como un verdadero jabato en carreteras con curvas o protagonizar las salidas desde parado más fulgurantes? Veremos…
En esta primera aproximación les contaremos que dispone de diferencial electrónico de deslizamiento limitado (e-LSD), diversos modos de control electrónico de estabilidad (ESC-ON, ESC-SPORT, ESC-OFF), distintos grados de intrusión del control de tracción (TCS) gestionables desde el botón de Modo de Conducción (Nieve, Nieve Profunda, Barro y Arena) así como funciones como el Launch Control o el Creep Control de las que ya les hemos hablado en capítulos anteriores.
Para contribuir al dominio de todas estas funciones el vehículo equipa suspensión controlada electrónicamente (ECS) influyendo en su rigidez simplemente pulsando un botón para adaptarla a las distintas situaciones de conducción. A ello se añade una respuesta más directa en el manejo gracias a un sistema de dirección asistida por motor montado en la cremallera (R-MDPS), el montaje de unos neumáticos de alto rendimiento Pirelli P-Zero 235/40R19, y un sistema de frenos de disco en ambos trenes con pinzas fabricadas en material de alta fricción perfectamente refrigerados (los delanteros) gracias a las amplias tomas ubicadas a ambos lados del parachoques. A su vez, el eje N Power Sense de la parte delantera, combinado con la suspensión trasera multibrazo proporcionan gran rigidez para optimizar el comportamiento del chasis durante la conducción.
La guinda a todo este conjunto de cualidades y para que la experiencia sensorial sea completa el nuevo Kona N incorpora un generador electrónico de sonido (ESG) que contribuye a realzar el rugido proveniente del escape y la admisión. Este se traslada al habitáculo mediante el dispositivo mencionado situado en la base del parabrisas. . El control variable del silenciador también contribuye a que el sonido del escape sea perfecto.
Con todo, Hyundai no descuida la guardia e incorpora un amplio paquete de medidas que contribuyen a facilitar la conducción en terreno neutral, aspecto que como ellos mismos explican se convierte en el pilar que sostiene el concepto de cocho deportivo para el día a día. Estos son –y son unos cuantos- el asistente para evitar colisiones en el ángulo muerto o con el tráfico trasero cruzado, el control de crucero inteligente, la alerta de salida de salida del vehículo precedente, el asistente de mantenimiento de carril, la advertencia de límite inteligente de velocidad, advertencia de salida segura, alerta de asiento trasero, asitente para evitar colisiones frontales con detección de vehículos, peatones y ciclistas, advertencia de atención del conductor y como es preceptivo, la llamada de emergencia eCall.
La digitalización y la conectividad alcanzan igualmente su máximo nivel. Para ello dispone de cuadro de instrumentos digital, Head-Up Display y la pantalla táctil principal de 10,25 pulgadas donde además de los servicios convencionales se proyecta información relativa a su rendimiento deportivo como la potencia, el par, el funcionamiento del turbo así como un cronómetro de vueltas y aceleración. Cuando se conduce en modo Sport o N, los gráficos N también se muestran en el Head-Up Display.