Como sucedió con BMW (Serie 1) o Audi (A3), Lexus ha creído ver el futuro en el segmento C. Además de ser una de las categorías más pujantes del mercado continental, la marca japonesa ha visto una oportunidad de seguir expandiendo esa forma de entender el automóvil y de insinuarse a un público más joven, el mismo que ya se había sentido atraído por el IS.
El problema de las marcas de lujo es que cuando asoman la patita por una categoría que les ha sido ajena hasta ese momento llegan con la obligación -y casi la necesidad- de sorprender. No vale copiar ni repetir patrones de comportamiento del mercado. Hay que llegar y romper el molde con algo que les permita incrementar su gama y, a poder ser, su ego. En el caso de Lexus, las tres claves del CT 200h son la aplicación a sus 4,32 metros de la escuela de diseño L-finesse, su tecnología Full Hybrid y un equipamiento tan ostentoso como funcional. Tres constantes rastreables en la inmensa mayoría de sus modelos pero que nunca se habían aplicado en un coche de poco más de cuatro metros.
Aunque ambos comparten un estrecho parentesco familiar y técnico, el CT 200h no es un Toyota Auris HSD. El sistema de propulsión híbrido hereda toda la experiencia del Prius y del propio Auris HSD, pero la plataforma es exclusiva de este nuevo Lexus. Desde Japón se asegura que han puesto muchísimo empeño en lograr unos niveles de dinamismo y confort exquisitos, gracias en parte a la adopción de un sistema que actúa como un amortiguador de estabilidad lateral para filtrar vibraciones en ambos trenes.
Todo el conjunto de suspensiones ha sido diseñado de acuerdo con el patrón del CT 200h. Es decir, el de un deportivo compacto con nervio pero que conserva esa manera de pisar el asfalto tan propia de Lexus. Garra equilibrada. No hay sitio para ruidos, vibraciones o cualquier tipo de aspereza que rompa esa armonía zen de su interior.
Joven atrevido
El propio diseño –cuyo origen se encuentra en el concepto LF-Ch- ya nos advierte de esa difícil pero perfecta simetría que presenta el CT 200h. Es la aplicación en sus 4,32 metros de largo y sus 1,76 metros de ancho del lenguaje L-finesse pero con un toque de jovialidad que lo acerca al IS y una cierta dosis de atrevimiento descarado.
La sofisticación es de serie en este coche, pero se aprecia de una forma más clara en detalles como la calandra, o en los grupos ópticos con tecnología LED tanto para las luces de cruce (según la marca, el primero en incorporarlo en su categoría) como para la diurna, en este caso, con los diodos dibujando la característica flecha del logotipo de Lexus. En la espalda, los pilotos también aportan una personalidad muy marcada al CT 200h, lo mismo que la luneta trasera que penetra en el prominente pilar C.
Deportivo y artesanal
El interior es otro buen ejemplo de cómo se las gasta Lexus, tanto por su acabado artesanal como por su imponente equipamiento. El puesto de conducción –muy deportivo- se desarrolla sobre dos planos, uno superior para todo lo que es la visualización de la información útil para la conducción y uno inferior para los demás mandos y dispositivos. El salpicadero es asimétrico y la instrumentación está retroiluminada con tecnología LED para una mayor claridad de lectura.
De todos sus mandos, el más llamativo es el Sistema de Toque Remoto (Remote Touch) que permite controlar de una forma muy intuitiva a través de un dispositivo similar al de un ratón dispositivos como el navegador, el Bluetooth, el climatizador o el reproductor de música visualizando la información en una pantalla a color de ocho pulgadas. En este sentido, su equipamiento es –a falta de definir los acabados que llegarán al mercado canario- espléndido, con equipo Mark Levinson de 13 altavoces, DVD, toma integral AUX o USB y pantalla de títulos Gracenote.
Pero si por algo se define el CT 200h además de por su tamaño compacto, es por ser el primer híbrido dentro de su categoría. Es el cuarto componente de esta subgama Lexus Full Hybrid con los RX450h, GS450h y LS600h. Su sistema de propulsión está derivado directamente del que emplea el híbrido por antonomasia, el Toyota Prius. Motor de gasolina de 1.8 litros con distribución variable VVT-i asociado a uno eléctrico y cuya función puede ir desde implementar la aceleración en caso de una gran exigencia al conjunto o, en el modo puramente eléctrico (EV), impulsando en solitario las ruedas delanteras hasta una velocidad de 45 km/h y con emisiones de CO2 nulas. Este mismo motor actúa como generador en las fases de deceleración y frenada al regenerar la energía gastada en ambas situaciones.
Cuatro modos
La ventaja es que en su conjunto, el sistema Full Hybrid del CT 200h ofrece unas prestaciones de un compacto deportivo Premium pero con un nivel de emisiones y consumo muy inferiores. Además, este sistema permite activar cuatro modos de conducción: EV, Eco, Normal y Sport. En modo EV, la energía eléctrica le proporciona un movimiento libre de emisiones. A medida que aumenta la velocidad, el motor de gasolina toma el mando de forma gradual. Los modos Eco y Normal contribuyen a mejorar la economía de combustible y reducir las emisiones propiciando, según la marca, “una relajante atmósfera de conducción”.
Para una conducción más prestacional y deportiva, basta con seleccionar el modo Sport. Al hacerlo, el indicador de potencia híbrida se transforma en cuentarrevoluciones y la relajante iluminación azul de la instrumentación da paso a un rojo vivo. La respuesta del acelerador se vuelve más directa, y la dirección asistida se ajusta para lograr una mayor implicación en la conducción.
El nuevo CT 200h llegará a los centros Lexus Canarias entre finales de 2010 y principios de 2011 con un precio que podría rondar los 38.000 euros.