La última generación del BMW X5, presente en el mercado desde el pasado año, amplía su gama con una nueva versión asociada a una mecánica de cuatro cilindros y con tracción trasera.
Denominada BMW X5 sDrive25d, el propulsor corresponde al diésel 2.0 litros de 218 CV y par máximo de 450 Nm. Los datos que arroja esta combinación sitúa la cifra de consumo en 5,6 l/100 km equivalente a unas emisiones de 149 g/km de CO2. Este motor está asociado a una caja automática de 8 velocidades de serie. Además, las prestaciones son excepcionales, con una aceleración de 0-100km/h en tan sólo 8,2 segundos y una velocidad máxima de 220km/h, garantizando así el característico placer de conducir, propio de BMW.
Esta variante cuyo precio parte desde los 58.250 euros, se posiciona como la más accesible dentro de la gama aunque también se puede optar por la transmisión a las cuatro ruedas BMW xDrive. El equipamiento de serie constituye otro de sus grandes atractivos destacando los faros Bi-Xenón con lavafaros, el accionamiento automático del portón trasero así como sensores de aparcamiento delantero y trasero y los espejos retrovisores interior y exteriores con ajuste automático anti-deslumbramiento.
