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Delgado y Eguren ganan un loco Isla de Tenerife

  • Delgado reeditaba así el triunfo que ya logró en 2003
  • Domínguez acertó con la monta de neumáticos por la tarde
  • Con su quinta posición Iván Méndez lograba el título interinsular

Todos los factores que pueden marcar un rally confluyeron en esta cuadragésima edición del Rally Orvecame Isla de Tenerife en la que el calor de la mañana dio paso a la niebla y a una tímida lluvia al principio que tomó protagonismo ya entrada la tarde. La elección de neumáticos e incluso la mecánica también tuvieron algo que ver en las distintas fases que vivió esta penúltima cita de un Campeonato Autonómico de Canarias de Rallies que va a seguir abierto hasta la última cita de Lanzarote.

Tuvo muchos capítulos este rally. Planteamiento con los primeros tramos, el nudo con el doble accidente de Fernando Capdevila–David Rivero y Enrique Cruz-Ariday Bonilla en el TC8 y desenlace con la posterior neutralización de las dos últimas especiales, las de ‘Casas de la Cumbre’ y ‘Las Mercedes’ y la victoria inesperada de Víctor Delgado-Nacho Eguren, reeditando así el triunfo que el piloto tinerfeño obtuvo ya en 2003.

Ya desde muy pronto quedó claro que este 40 Rally Orvecame Isla de Tenerife no iba a discurrir por los cauces normales. Para empezar Enrique Cruz y Ariday Bonilla (Porsche 997 GT3) arrancaron perdiendo terreno. Tanto en ‘La Guancha 1 y 2’ (TC1 y TC3), como en ‘Tanque Alto’ (TC2) era el Ford Focus RS WRC de sus compañeros y todavía campeones en título, Fernando Capdevila-David Rivero, el que llevaba la batuta. El veterano líder del equipo DISA Copi Sport conseguía marcar distancias a pesar de no acertar en la elección de los neumáticos con compuesto medio en una fase de la carrera en la que la lluvia parecía una quimera.

Pero paradójicamente tuvo que ser en el momento en el que apareció la niebla y, poco a poco, la lluvia en ‘Los Loros’ (TC4) cuando resurgió el Porsche 997 GT3 de Cruz y Bonilla. Capdevila sabía que en esas condiciones su coche con tracción total debía ser superior, y quizá exprimiendo esa ventaja llegó su tropiezo. Un problema en la salida del TC4 y un trompo en el TC5 convirtieron sus 17’’ de ventaja en papel mojado, ya que Cruz –con neumáticos duros– hacía el scratch quedándose primero a las mismas puertas del liderato y rebasando el umbral en el siguiente. 

El rally enloquece

Por si había dudas sobre si Capdevila estaba escenificando en los tramos de este emblemático rally el cetro autonómico que ha sido suyo las dos últimas temporadas, en el TC7 (‘Icor’) ya completamente mojado volvió a recortar distancias. De más de 18 a 11’’ vía scratch a pesar de llegar a meta totalmente desconcertado por culpa de una alarma en el tablero de su Ford Focus RS WRC. Con el alternador fuera de juego y la batería consumiendo rápidamente su carga, Capdevila afrontó ‘Icor’ (TC7) temiendo que se le estaba escapando el campeonato entre los dedos, pero tampoco le fue mucho mejor a Cruz que era incapaz de meter en curva el Porsche en las condiciones en las que se encontraba el asfalto. De hecho calificó este paso por Icor como “el peor tramo” de su vida. Aún le esperaba otro peor por la noche. Otra vez la lógica se iba a paseo, ya que con el coche averiado Capdevila recuperaba el liderato con 8,2’’ de ventaja a falta de los dos tramos de la noche. Los temibles y temidos ‘Casas de la Cumbre’ (TC8) y ‘Las Mercedes’ (TC9).

Solventado el problema del alternador –en realidad un cable fundido– Capdevila salió a esa sección nocturna dispuesto a hacer valer su diferencia. La lluvia, ya persistente en esas dos especiales, parecía aliarse a su favor. Pero este 40 Rally Isla de Tenerife se reservaba un enésimo requiebro en su guión.

El TC8, el esperadísimo ‘Casas de la Cumbre’ arrancó en muy malas condiciones. El nerviosismo empezó a cundir cuando ninguno de los coches llegaba a meta. La razón es que en el puesto 19 de este tramo de 13,79 km los líderes de la carrera habían sufrido su primera salida de carretera con el Ford Focus RS (en realidad el primero de este coche desde que llegó a Canarias en 2008). El WRC quedó atrapado en un punto del recorrido y, al no poderse mover, propició el accidente en ese mismo punto de Cruz y Bonilla al intentar esquivarlos. Cruel destino para los dos compañeros de equipo en una prueba que cumplió su amenaza de llegar a su acto final sin decidir. La resolución del título deberá esperar a Lanzarote.

El desenlace

Así que en este loco final los focos se situaban en los Mitsubishi de Eduardo Domínguez y Dailos González (Mitsubishi Lancer Evo X) y Víctor Delgado y Nacho Eguren (Mitsubishi Lancer Evo IX). Los primeros, ganadores en el Rally Orvecame Norte este mismo año y los de Olipes, vencedores en Granadilla; en el caso del ex de Copi Sport, además, con una victoria en este mismo escenario en 2003. Pero la situación era tal en ‘Casas de la Cumbre’ que dirección de carrera decidió neutralizar no sólo este tramo, también el último de ‘Las Mercedes’ dejando congelada la diferencia entre uno y otro antes de salir hacia esta accidentada sección nocturna.

Domínguez fue uno de los muchos pilotos perjudicados por problemas de visibilidad cuando apareció la lluvia. En Los Loros tuvo que llegar a detenerse con la luna térmica de su N Plus ‘R4’ averiada perdiendo así contacto con Víctor Delgado, a quien había mantenido a raya hasta ese TC4. Pero en este rally imprevisible, sólo minutos después de plantearse el abandono, Domínguez marcó el scratch en el séptimo tramo gracias a una monta perfecta de neumáticos que le permitió recortarle casi medio minuto a Delgado. La carambola del doble accidente de cabeza elevó a definitiva la diferencia de 4,4’’ que Delgado logró mantener entre él y el de Adeje justo antes de los dos tramos finales.

A pesar de tener algún fallo de motor en su Renault Clio Súper 1.600, Pedro Javier y Javier Afonso pudieron aferrarse a la quinta posición que en esa última sección acabó convirtiéndose en un inesperado podio delante de otro Mitsubishi Lancer Evo VIII, el de Adrián García y Víctor Daniel Hernández, también castigados por los problemas de visión cuando apareció la lluvia.

Méndez, campeón

Iván Méndez y Jonathan González (Citroën C2 R2 Max) venían de un abandono por salida de carretera en el Rallysprint de Atogo y liderando por la mínima un campeonato interinsular que se decidía en esta prueba, de ahí que la quinta posición, dos por delante de sus rivales Fran Suárez-Néstor Gómez con el Renault Mégane Maxi Kit Car, fuera muy buena para ellos. Lo suficiente para asegurarles su primer título absoluto en rallies.

Jaime Delgado y Laura Correa (Honda Civic VTI), se situaron entre ellos desde la sexta posición y Óliver Negrín-José Ángel González (Renault Clio RS ) fueron octavos delante de Adrián Chávez-Domingo Guerra (Citroën C2 R2) y  Eloy González-Roberto Correa (Peugeot 206 RC).

Tal y como se preveía, lo técnico y complejo del recorrido iba a hacer de auténtico selectivo en esta 40 edición del Rally Isla de Tenerife. Después de su buen papel en Atogo se esperaba mucho de Roberto Negrín y Mirko Bertola, pero su Mitsubishi Lancer Evo VIII no pudo pasar del segundo tramo, como tampoco el Evo VI de Roberto González y Víctor Febles. Perseguido por problemas de alimentación en su Evo VII, Ulises Lorenzo resistió hasta el quinto tramo.

 

 

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