Ni en sus mejores sueños Jonathan Nuez y Daniel Rosario podían imaginar que iban a subir la rampa de meta del 35 Rally Villa de Teror como segundos clasificados absolutos. Veían casi fuera de su alcance repetir el resultado del pasado año, cuando quedaron a unos pocos segundos del ‘cajón’, y sin embargo esta vez se superaron.
Y eso que esta pasada edición de la cita terorense del Campeonato Provincial de Las Palmas de Rallies celebrada este sábado 26 de septiembre se recordará por haber arrancado con unas condiciones en absoluto ideales para el desarrollo de una prueba automovilística. La lluvia y también la niebla elevaron exponencialmente la dificultad, pero eso no amedrentó a Nuez que salía muy confiado en la puesta a punto de su Renault Clio Williams.
Ese perfecta comunión que arrancó en el pasado Rally de Telde fue crucial para que los tiempos salieran desde el mismo arranque. La humedad y la visibilidad reducida en algunas zonas propiciaron algunas sorpresas en la clasificación, pero para el final de la primera sección Nuez y Rosario ya estaban metidos de lleno en la lucha por las posiciones de honor.
Fue en el TC4 donde dieron el salto que les quedaba para situarse ya en esos puestos de privilegio justo antes de que se produjera una baja en las posiciones de cabeza. Cuando se preparaban para defender a capa y espada ese tercer peldaño se vieron uno más arriba al término de la penúltima sección. Lejos de relajarse en esos dos tramos finales, mantuvieron el mismo ritmo y pudieron hacerse con una ventaja suficiente como para encarar el último tramo con una relativa tranquilidad.
Fue entonces cuando la aparición de un aviso de un problema con la presión del aceite del motor hizo que Jonathan y Daniel se temieran lo peor. Afortunadamente todo quedó en un susto y pudieron completar sin inconvenientes el enlace desde el último tramo y hasta la meta final. Fruto de esa tensión pero también de tantos años de esfuerzo y sacrificio, el piloto terorense no pudo reprimir la emoción. “No me salen las palabras. Hemos llegado a pensar que no podíamos llegar, pero aquí estamos... Ha sido un Rally Villa de Teror de los difíciles, de los bonitos. De esos en los que pequeñas decisiones te hacen estar delante o detrás. Creo que supimos aprovechar ese arranque tan complicado con la lluvia y la niebla y luego lo demás vino rodado”, explicó.
Como apuntábamos, el piloto de Donuts considera que esa perfecta puesta a punto del Renault Clio Williams fue lo que les permitió no sólo mantenerse en posiciones de cabeza sino seguir escalando cuando el asfalto se secó. “Me daba muchísima confianza el coche y así pudimos seguir con un ritmo muy alto y arriesgar. Estar aquí, con un segundo puesto en casa, es un sueño”, añadió.