Con él, la marca de origen británico iguala la oferta de otros fabricantes al proponer un coche de aspecto y prestaciones muy deportivas, pero manteniendo máximos niveles de espacio y, por tanto, de funcionalidad y confort. Y todo ello, con el carácter inimitable que aporta siempre un MINI sea cual sea la categoría que pise.
Frente a sus competidores, el Clubman toma un camino muy diferente con su carrocería tipo ‘Shooting-Brake’ y su alargada silueta, así como la característica zaga inclinada con la doble puerta trasera. Pero volviendo al origen de esta versión, lo que el apellido John Cooper aporta al MINI Clubman es una elevada dosis de diversión y garra. La que proporciona el conjunto que forman el motor, las mejoras realizadas en el chasis, su exterior con una aerodinámica optimizada y un interior más deportivo y equipado.
Es la mecánica la principal fuente de adrenalina, ya que su propulsor, el cuatro cilindros ‘dos litros’ Twin Power Turbo aporta 231 CV, es decir, 39 más que el que hasta ahora era la versión más enérgica del MINI Clubman, el Cooper S. Para que el control de esta potencia no sea un problema, este modelo combina por primera vez este motor con la nueva generación de tracción total ALL4. Ésta cuenta con una regulación electrohidráulica que la hace más compacta y eficiente. En este ámbito, la opción que mejor aprovecha cada gota de combustible es la que monta el cambio deportivo Steptronic de ocho velocidades que, frente al manual de seis de serie, rebaja su consumo hasta los 6,8 litros cada 100 km.
En la vertiente más emocional, este motor tiene su reflejo sobre el asfalto en una capacidad de aceleración optimizada por la tracción total capaz de lanzar el MINI Clubman de 0 a 100 km/h en 6,3 segundos con un sonido muy potente, el que emite el sistema de escape deportivo. Además del equipo de frenos Brembo, brillan en su equipamiento componentes como el Control Dinámico de Estabilidad (DSC), con Control Dinámico de Tracción (DTC), Bloqueo Electrónico del Diferencial (EDLC) y Performance Control de serie y el Control dinámico de la suspensión, que como las llantas de 19’’ son opcionales.
Respecto al Clubman más inofensivo, el John Cooper Works se carga de complementos deportivos que, efectos estéticos al margen, tienen una función aerodinámica. Es el caso de los sistemas Air Curtain y Air Breather, así como las taloneras laterales, las grandes tomas de aire del frontal y el alerón trasero. Ya en un plano meramente estético pero que define esta versión tan especial hay que situar el acabado de contraste en rojo para el techo y carcasas de retrovisores, las franjas deportivas en rojo o negro opcionales, la parrilla en forma de panal o el ancho faldón trasero con doble salida de escape.
Junto a asistentes como el de control de crucero activo, el detector de señales de tráfico o el aviso de colisión y detección de peatones con función de frenado, su equipamiento también incluye otros alicientes mucho más hedonistas como el sistema de sonido Harman/Kardon, el paquete Wired con navegador y el sistema MINI Touch Controller con pantalla táctil a color de 8,8 pulgadas. Su interior conserva el atractivo en la gama MINI de sus cinco plazas y un maletero de 360 litros cuya capacidad se puede ampliar hasta los 1.250 litros.