Los modelos son dos, el Sprinter Eco-Gas (con las motorizaciones 3.5 V6 de 258 CV y el 1.8 4L Kompressor de 156 CV) y el Vito o Viano Eco Gas con la mecánica 3.5 V6 con cambio automático. La particularidad de estos modelos es que sus motores se pueden alimentar indistintamente de gasolina o de gas licuado de petróleo (GLP), una posibilidad que trae consigo ventajas en términos de consumo, durabilidad y coste de los propios modelos.
Además, el acto celebrado en las instalaciones que Flick Canarias Industriales tiene en el Polígono Industrial de Arinaga (Gran Canaria) para oficializar la entrega a la empresa DISA de tres Mercedes Benz Sprinter 516 GLP que se emplearán en la distribución de bombonas de gas. En la entrega estuvo presente el gerente de la división de vehículos industriales del Grupo Flick, Lorenzo González, quien durante su intervención habló de las cualidades de estos vehículos con mecánicas bifuel. El director general de DISA, Miguel Belloch trasladó a los asistentes el interés de la empresa que representa por la inversión en este tipo de vehículos y por la nueva tecnología que permite el aprovechamiento de las bondades del autogas.
Qué es el autogas
También denominado gas licuado, el autogas es una mezcla de gases
que, en la práctica, se compone de una mezcla de propano y butano. Están presentes en el gas natural o disueltos en el petróleo y que a presión y temperaturas ambientales son fáciles de condensar.
Aún así, el autogas es menos energético que la gasolina, algo que hace que un coche alimentado por este combustible incremente en torno a un 20 por ciento el consumo. Sin embargo, el bajo precio del GLP en los surtidores (en torno a un 35 por ciento inferior al gasóleo) permite que el ahorro final alcance el 15 por ciento en confrontación directa con una
versión diesel equivalente. De hecho, Disa ha adquirido un compromiso para facilitar el desarrollo de ese carburante en España, garantizando ese ahorro de alrededor de un 35 por ciento en el precio respecto al diesel permitiendo ese menor gasto.
Sin embargo, y al contrario de lo que muchos creen, el uso del autogas no implica una merma en las prestaciones del vehículo, ya que su mayor octanaje compensa ese menor valor energético. Además, el uso del GLP trae consig
o una serie de ventajas que son argumentos muy poderosos a la hora de decantarse por su uso, ya sean desde un punto de vista medioambiental o del propio uso y mantenimiento del vehículo que lo consume.
A efectos mecánicos, el uso de este carburante permite un menor desgaste del motor, algo que incrementa su durabilidad. Esto es así porque le emisión de partículas es mínima, lo que permite evitar un buen número de averías, algo que redunda en unos menores gastos de mantenimiento. A efectos prácticos hay muchas más ventajas. La conducción de estos vehículos es más suave, silenciosa y con menos vibraciones y el llenado del depósito durante el reportaje es un proceso muy breve y limpio.
Ya desde una perspectiva más global, la medioambiental, el autogas reduce hasta en un 68 por ciento las emisiones de NOx respecto a un motor diesel. No emite partículas, reduce la contaminación acústica mecánica en un 50 por ciento y las emisiones de CO2 son un 10 por ciento inferiores a los de un vehículo alimentado por gasolina.
Subvenciones y ayudas
Aunque las petroleras como Disa ya están actuando para extender el uso del gas licuado, también las instituciones creen en él como alternativa a la gasolina y al gasóleo. Así, el Gobierno de Canarias, a través de su Instituto Tecnológico (ITC) establece ayudas directas a la compra de este tipo de vehículos, unas subvenciones que varían según el tipo de automóvil. En el caso concreto de Mercedes y su gama Eco-Gas, estas ayudas son tramitadas a través de Flick Canarias.