Nissan ha probado la tecnología ProPilot de última generación en un Infiniti Q50. Esto supone el siguiente escalón en la introducción de nuevas soluciones en conducción autónoma permitiendo al vehículo funcionar en modo pilotado en vías urbanas y autopistas desde el momento que el conductor selecciona un destino en el navegador.
Ha ocurrido en la calles de Tokio y su actuación se basa en la información recogida por 12 sónares, 12 cámaras, radares de ondas de nueve milímetros, seis escáneres láser y un mapa de alta definición para analizar escenarios complejos en tiempo real y circular en condiciones difíciles.
Estas actualizaciones de hardware, junto con las mejoras de software, también garantizan transiciones suaves al encontrar obstáculos en la carretera. El resultado es una sensación de conducción humana que aporta tranquilidad a los pasajeros.
Según Takao Asami, vicepresidente sénior de Nissan a cargo de la investigación y la ingeniería avanzada: "El ingenio es el motor de todo lo que hacemos en Nissan. Nuestro prototipo con ProPILOT de próxima generación demuestra la tecnología que se usará en el mundo real a partir de 2020. La demostración de hoy es otro ejemplo del éxito de nuestro trabajo a la hora de crear un futuro de conducción autónoma para todo el mundo".