Quizás no están tan lejos de la realidad como en principio podría parecer. El escenario al que las grandes ciudades tendrán que enfrentarse en unos años recomienda soluciones valientes. Tal como señala Chris Perry, Vicepresidente de Marketing y Estrategia Global de Chevrolet, en el año 2030 más del 60% de la población mundial vivirán en áreas urbanas y el prototipo EN-V pretende anticiparse como solución a los futuros problemas de movilidad.
El Chevrolet EN-V es un vehículo eléctrico, biplaza y urbano concebido para responder a las nuevas exigencias medioambientales, problemas de tráfico y aparcamiento, y consumo de energía que exigirán las sociedades futuras. Un vehículo equipado con control climático y espacio de almacenamiento que responda a las exigencias mínimas de un coche de su tiempo. Pero un concepto que se sitúa en los albores de la movilidad inteligente además de contar con un sistema de propulsión eléctrica debe de presentar suficiente autonomía para los desplazamientos diarios e incluir un completo sistema de conectividad. "El Chevrolet EN-V tiene el potencial de reinventar el concepto de transporte en mercados clave, al dotarlo de un nuevo ADN mediante la combinación de electrificación y conectividad", afirma Chris Borroni-Bird, Director de Vehículos de Concepto de Tecnología Avanzada de GM. "Ofrece una solución ideal que libera al conductor de las necesidades de gasolina, las emisiones, la congestión del tráfico y los accidentes, haciendo que la conducción sea más divertida y moderna que nunca".
Estos principios básicos podrían extenderse como el nuevo santo y seña para la producción de una nueva generación de vehículos urbanos de los que ya conocemos varios ejemplos (Audi Urban Concept, Volkswagen NILS o el Opel RAK-e).
El EN-V es un vehículo de "cero" emisiones propulsado por baterías de iones de litio. La recarga se puede efectuar mediante conexión directa a una toma doméstica convencional y puede recorrer un mínimo de 40 kilómetros con cada recarga, suficiente para cubrir la mayor parte de trayectos urbanos.
Mediante la combinación del sistema GPS con las tecnologías de comunicación entre vehículos y de percepción de distancias, el EN-V se puede conducir, tanto de forma manual, como autónoma (sin intervención del conductor). Su modo de funcionamiento autónomo permite al vehículo ofrecer movilidad a personas que de otro modo no podrían conducir. Asimismo, las comunicaciones sin cable permiten a los conductores comunicarse mediante el sistema manos libres con amigos o compañeros de trabajo, mientras conducen el vehículo.
La posibilidad de comunicarse con otros vehículos y con la infraestructura hará que el EN-V reduzca notablemente el número de colisiones y que sea más sencillo encontrar un espacio para aparcar. También reducirá las congestiones de tráfico, ya que selecciona la ruta más rápida basándose en información sobre el tráfico en tiempo real.