“Fuimos de menos a más. Para nosotros fue un rally complicado porque prácticamente desde mediados de la temporada pasada no corríamos en asfalto”, explicó el catalán, que quedó muy satisfecho de esa segunda posición a casi minuto y medio de Miguel Fuster. A lo largo de los doce tramos de esta cuarta cita del nacional, su labor se centro en “mejorar el coche poco a poco” y si no pudieron estar más cerca del tricampeón nacional fue “porque nos faltó un poco de ritmo”.
No ha sido una mala reentrada la de Xevi en este campeonato del que salió por la puerta trasera después del Rally Villa de Llanes del pasado año. Confirmado como especialista en tierra –lidera el nacional de esta especialidad después de tres victorias en tres participaciones-, el piloto del ACSM Rally Team está decidido a triunfar también en asfalto ya sea sobre un GT o un N1 como el que condujo en Galicia.
Como explicamos hace días, cuando se supo de la vuelta de Pons se dio por hecho que a partir de la próxima cita de Ferrol correría con un Porsche. Pero la impresión que se llevó en los test previos a Ourense con el ‘proto’ de Calm Competició fue tan buena que prefirió darse este rally para tomar una decisión. “Aún se puede mejorar bastante porque prácticamente se paso de tierra a asfalto y a correr. La base es buena, pero se puede trabajar aún en él para pilotar un poco más cómodo”, apunta el campeón del SWRC de 2010.
Pasado ese rally de prueba lo cierto es que Xevi no lo tiene del todo claro y antepone las preferencias del equipo. “Hay que verlo. En el equipo están muy contentos porque fue un buen resultado y si nos subiremos al Porsche o si continuaremos con Calm será algo que tendré que ver con ellos. Lo que quiero es estar ahí y correr. Eso es lo importante”.
