Carrera de estrategias la que planteó la 32 edición del Rally Villa de Teror. La inestabilidad meteorológica con lluvias discontinuas que mantuvieron el recorrido de la prueba permanentemente mojado obligó a los equipos, en la mayoría de los casos, a tallar los compuestos más blandos. Otros, con mayor suerte, contaban entre su ajuar con neumáticos mixtos, entre ellos Germán Hernández/Israel Pereira (Honda Civic Type R) que rompían todos los pronósticos situándose desde el arranque de la carrera en primera posición.
Sorprendidos ante las dificultades que planteaba el rutómetro en estos primeros instantes Alfonso Viera-Víctor Pérez (Ford Focus WRC) y Miguel Cabral-Jacob Páez (Mitsubishi Lancer Evo 8), candidatos a ocupar las primeras plazas de la clasificación, caían hasta el sexto y séptimo puesto, respectivamente. Momentos más tarde, al paso por la especial de Monte Gusano 1, Viera tenía que abandonar por problemas de temperatura. Un desenlace que no se producía desde el Rally Islas Canarias de 2009 dando por concluida la exigua aventura del gran canario en su vuelta a la competición.
Vicente Bolaños-Magnolia Herrera (Mitsubishi Lancer Evo 9) pescaba en río revuelto al sumarse al tren de cabeza, y tras Hernández, iniciaba un nuevo duelo, en esta ocasión, con los hermanos Ángel y Víctor Marrero (Honda Civic Type R) como protagonistas. José Mari Ponce-Carlos Larrodé (BMW M3) que declaraba haberse equivocado en la monta de neumáticos en esta primera mitad de la carrera, se situaba a 9,4 segundos de la pareja de Aríñez. Bolaños sorprendido en estos primeros instantes por su efectividad en agua sin embargo asistía a un nuevo capítulo en su lista de infortunios y un pinchazo en Juncalillo- Monte Gusano 2 le hacía perder cualquier opción al podio.
Con Germán Hernández, Ángel Marrero y José Mari Ponce liderando la clasificación provisional, Cabral parecía despertar de la pesadilla a la que se vio sometido durante la primera sección imponiendo su mecánica en Teror-Ariñez 2 pero un nuevo contratiempo en el tramo posterior hacía que llegara al ecuador de la carrera a 25,3 segundos de la tercera posición.
Por detrás Yeray Lemes-Marcos González lideraba el grupo perseguidor. El conejero limitado por las prestaciones de su Renault Mégane Coupé tiraba de oficio para acelerar su adaptación al vehículo y de paso mantener a raya a la dupla formada por Raúl Quesada-Pedro Domínguez (Volkswagen Polo GTI) y Francisco Santana-Pedro Quesada (Opel Corsa Kit Car), estos últimos protagonizando una de sus carreras más completas.
Enrique Cruz que inició su andadura algo frío en su primer rally de la temporada en Gran Canaria, recuperaba posiciones hasta situarse en el octavo puesto con 20,4 segundos de retraso sobre Santana lo que complicaba sus opciones de mejorar su clasificación. Cerraban la lista de los diez primeros Alexis Santana-Manuel Martín (Renault 5 Turbo) como líder provisional del Trofeo BP Ultimate de Promoción y los hermanos Yeray y Daniel Pérez (Kia Rio).
Triunfo con suspense
Superado este primer trámite, el rally se trasladaba hasta los tramos de Las Emisoras y Fagagesto-Monte Pavón ambientados en un nuevo escenario meteorológico. La lluvia daba paso a la niebla sobre un asfalto que se secaba por momentos sumándose a la emoción de un rutómetro que planteaba una tercera y cuarta sección separadas por un único reagrupamiento.
En estas circunstancias, la incertidumbre se apoderó de la carrera y tras superar un ordenado quinto tramo con escasas variaciones, Cabral se encargaba de sacar todo el potencial que atesora su Mitsubishi para empezar a enjuagar la diferencia que la separaba de la posibilidad del podio pero de nuevo la suerte le fue esquiva. A pocos metros de la salida del último tramo la rotura del diferencial le obligó a decir adiós a la carrera contabilizando su segundo abandono de la temporada. Premio por tanto para José Mari Ponce que tras observar como su ventaja se diluía sin remedio accedía finalmente a la tercera posición.
Pero sin duda quien devolvió la emoción a la carrera fue Ángel Marrero. Germán Hernández que contaba con ventaja suficiente para hacerse con su primer triunfo absoluto sin embargo desconfiaba, con razón, de las intenciones del de Aríñez que en una inspiradísima última parte de la carrera a punto estuvo de materializar la remontada. Dos segundos y cuatro décimas decantaron finalmente la victoria del lado de Hernández y Pereira después liderar de principio a fin esta nueva edición del Rally Villa de Teror.
Tras el trío de cabeza y con Yeray Lemes y Fran Santana también apeados de la carrera por problemas mecánicos, Raúl Quesada despejaba su futuro como nuevo inquilino del cuarto puesto mirando de reojo las evoluciones de Enrique Cruz. El santacrucero vio los cielos abiertos, nunca mejor dicho, una vez desapareció la lluvia rebajando hasta los 18 segundos la distancia que le separaba del de Valleseco durante la tercera sección. Sin embargo, el de Volkswagen respondió con un ‘tiempazo’ en La Emisoras 2 que dejaba visto para sentencia un nuevo episodio de este sempiterno enfrentamiento al que seguimos asistiendo entre ambos pilotos.
Mucho más calmada era la situación de Alexis Santana. Lejos de poder luchar por una mejor posición, los 39 segundos de ventaja sobre José Antonio Medida-Mª Teresa Delgado (Renault Mégane Coupé), les permitían tomarse lo que quedaba de carrera con relativa tranquilidad. Pero de nuevo la clasificación sufría un nuevo vuelco. Medina rompía la caja y Elisabeth Santana sufría un golpe que permitían a Miguel Quintino-Carlos García (BMW M3) tomar el relevo accediendo a la séptima posición de la clasificación final.
Por detrás de Yeray Pérez en el octavo puesto era Domingo Ramos, líder del Trofeo Toyota Enma, quien accedía a la clasificación de los diez primeros por delante de Emma Falcón. Un certamen que completaron en sus tres primeras posiciones Noé Armas-Efraín González y Basilio Hernández-Orlando Rivero.
Fotos: Rayco Suárez