Cuatro puertas y cuatro plazas, rendimiento superior a los 600 CV, autonomía de más de 500 kilómetros, tracción total y dirección activa, estas son sólo algunas de las características que presenta el nuevo prototipo eléctrico de Porsche.
Y decimos sólo porque el nuevo concept es mucho más. Nada es puro azar, el sistema de propulsión, aunque es completamente nuevo, deriva del utilizado por la marca en las 24 Horas de Le Mans. Dos motores sincrónicos de imán permanente (PSM) que ofrece un rendimiento superior a los 600 CV y capaz de acelerar el vehículo hasta los 100 km/h en menos de 3,5 segundos y hasta los 200 km/h en menos de 12 segundos.
La tracción total, controlada según la demanda, con “Porsche Torque Vectoring”, es decir, distribución variable del par en las ruedas individuales, transmite potencia a la carretera, mientras que la dirección activa en las cuatro ruedas determina la dirección deseada deportivamente de forma muy precisa.
Pero incluso más allá de sus espectaculares prestaciones, el Mission E desvela las posibilidades de una tecnología de perfecta aplicación para el uso diario. Así, el vehículo es capaz de recorrer más de 500 kilómetros con una sola carga pero aún más llamativo resulta la capacidad de recargar energía para unos 400 kilómetros en aproximadamente un cuarto de hora. Porsche es pionera en la utilización de los 800 voltios - frente a las baterías de 400 voltios convencionales- cuyas principales ventajas son precisamente un tiempo de recarga más corto y menos peso debido al uso de de cables de cobre más ligeros con una sección transversal reducida son suficientes para transportar la energía. También ofrece la posibilidad de carga convencional de forma inductiva.
La carrocería es una mezcla de aluminio, acero y plástico reforzado con fibras de carbono y la batería, de iones de litio, se extiende a lo largo de los bajos del automóvil favoreciendo una distribución óptima del peso y un centro de gravedad muy bajo. las llantas de carbono son de 21 pulgadas delante y de 22 pulgadas detrás.
Con un diseño al más puro estilo Porsche y con una nueva interpretación del interior concebido a partir de su naturaleza eléctrica, se descubre un nuevo concepto de visualización y control más intuitivo y rápido. Se trata en definitiva de un cuadro de instrumentos virtual asignados a las funciones relevantes para el conductor “Connected Car”, “Performance”, “Drive”, “Energie” y “Sport Chrono”. También es innovador su manejo: el sistema “Eye-Tracking” (seguimiento ocular) reconoce, mediante una cámara, a qué instrumento está mirando el conductor. El conductor activa mediante una tecla situada en el volante el menú correspondiente. Pero esto no es todo: la pantalla sigue la posición del asiento y la postura del conductor mediante el denominado efecto parallax.
Además, el prototipo puede configurarse desde afuera mediante una tablet a través de la aplicación “Porsche Car Connect. Este posibilita además el contacto directo con el Porsche Center para realizar un diagnóstico remoto o para concertar citas.
Los retrovisores exteriores son literalmente un llamativo punto de atención virtual: los ángulos inferiores del parabrisas proyectan las imágenes de las cámaras exteriores en los paragolpes delanteros. La ventaja es que el conductor puede observar mejor las imágenes y el entorno. Además, puede representarse también información de seguridad de forma activa.