El Campeonato de Canarias de Montaña 2010 ya es historia. La sexta Subida Villa de Moya ha arrancado la última hoja del calendario de una disciplina que tanto en la provincia de Santa Cruz de Tenerife como en la de Las Palmas no ha tenido otro dominador que Juan Luis Cruz (Subaru Impreza WRC). Él fue, como no, el gran protagonista en Moya, pero también José Mari Ponce (BMW M3), Vicente Bolaños (Mitsubishi Lancer Evo IX) y Modesto Martín (Speed Car GT1000).
El tiempo no quiso deslucir este final de temporada y a pesar de que la lluvia metió el miedo en el cuerpo a los pilotos a primera hora, cuando arrancó la manga de entrenamientos sólo quedó como pista alguna que otra humedad en el asfalto. Ese primer pulso sobre los más de seis kilómetros de la rampa moyense dio una imagen bastante fiel del nivel y de las intenciones de los favoritos, quizá por si las nubes volvían a apoderarse del cielo de cara a las dos oficiales.
Juan Luis Cruz puso en marcha el rodillo con un 3:56.712 que mejoraba en más de cuatro segundos el tiempo de un sorprendente Vicente Bolaños. El de Mitsubishi nunca había corrido antes en montaña y aunque le costó adaptarse al hecho de no escuchar a Magnolia Herrera en los interfonos cantándole las notas, hizo un 4:01.270 que lo lanzaba a la segunda plaza en entrenamientos. La penalización de veinte segundos por llegar tarde a su minuto de salida lo relegó a la octava, pero los otros aspirantes a llevarse el Grupo N entendieron el mensaje.
Entre ellos Gustavo Bolaños (Mitsubishi Lancer Evi VII), también penalizado después de hacerse con el cuarto crono absoluto y José Luis Barrios (Subaru Impreza STi), tercero gracias a los despistes de sus dos compañeros y por detrás de José Mari Ponce. Fran Suárez (Citroën C2 GT), inscrito para quitarse el mono de carreras después de perderse el Rally de Maspalomas, empezaba fuerte al plantarse cuarto en la tabla por delante de los BMW M3 de Iván Armas y Miguel Quintino y, entre ellos, el Renault Mégane de Miguel Martín. En esta manga de entrenamientos en la que la inmensa mayoría se quejó de los deslizante que estaba el asfalto Ayoze Campos, con Renault Clio, ya despuntaba como noveno absoluto en turismos.
Y en barquetas, otro estreno sonado, el de Modesto Martín con un Speed Car GT1000 prestado por Julián Falcón, novedad que no fue obstáculo para imponerse con holgura al palmero Samuel Castro, también en su primera vez en la Villa de Moya.
Empieza lo serio
Con la primera oficial desaparecieron las humedades y las dudas. Juan Luis Cruz volvía a abonarse al primer puesto con un 3:50.621. Ese cambio de ritmo llegó en el momento justo, ya que José Mari Ponce se había acercado a los tiempos de entrenamientos del ya campeón regional de montaña. Y no era el único. Vicente Bolaños volvía a sorprender con un tiempo sólo tres décimas peor que el de Ponce, reeditando el mismo mano a mano que, en sentido inverso, se dio en los últimos tramos del Rally de Maspalomas.
Pero de vuelta al liderato, Juan Luis Cruz aún quiso poner la victoria a mejor recaudo al rebajar tan sólo 46 milésimas su tiempo para dejarlo en 3:50.575. Un crono que vale una victoria -la novena de la temporada en el regional y confirmando su imbatibilidad en todo este año- y su cuarto título de 2010, el del provincial de Las Palmas de Montaña. El de Subaru no esperaba a principio de temporada que ésta de 2010 sería una de las más brillantes de toda su dilatada carrera y de la que tiene motivos para estar muy orgulloso.
José Mari Ponce se defendió de la inesperada amenaza de Vicente Bolaños como mejor sabe: atacando. Si en la primera oficial el ex campeón de la Copa Toyota ENMA se aplicó para casi clavar su crono, en la segunda Ponce bordó su ascensión para hacer un definitivo 3:56.050, un segundo y siete décimas mejor que Bolaños. Al llegar a pie de podio en Moya, el piloto de BMW alabó la actuación del que ha sido su rival en este final de temporada.
Vicente Bolaños casi no se lo podía creer. Tres podios y tres victorias de Grupo N en tres participaciones esporádicas esta temporada con su nuevo Mitsubishi Lancer Evo IX y en Moya, en su estreno en montaña. Una manera perfecta de hacer manos de cara a 2011, año en que quiere hacer el provincial de rallys al completo. Venía a divertirse y se llevó otro resultado inesperado.
Iván Armas se ha acostumbrado a estar con regularidad en los puestos de cabeza. Ha sido su gran paso adelante esta temporada y en Moya quiso engancharse al dúo formado por Ponce y Bolaños, pero un trompo en la segunda manga cuando iba a por tiempo se lo impidió. Era la tercera vez que se quedaba a las puertas del podio, pero fue uno de los más aclamados por la cantidad de aficionados que se agolparon en los puntos más emblemáticos de la rampa moyense.
Segundo del grupo N y quinto absoluto, Gustavo Bolaños descartó seguir la estela de Vicente Bolaños y se centró en intentar ganar al Subaru Impreza de José Luis Barrios, otro piloto poco habitual en la montaña. Un problema en la primera oficial permitió a Bolaños ocultar sus cartas de cara a la última, momento en que a su buena ascensión se sumó el pequeño golpe que Barrios sufrió en la Curva de La Josefa.
Y por detrás del segundo y tercer clasificado del Grupo N, más sorpresas. Ayoze Campos se coló, no sin avisar, entre los siete mejores de turismos haciendo una carrera en continua progresión de tiempos, aunque ya desde la primera oficial se apropió de esa séptima plaza. Tras él, un sólido Miguel Martín -confirmando su buena adaptación al Renault Mégane- y, noveno, Luis Montesdeoca (Toyota MR2).
Más destacados de esta sexta edición de la Subida Villa de Moya. Fran Suárez se tuvo que reponer de un buen susto en la primera manga. Su C2 se salvó por poco de llevarse un recuerdo por culpa de un trompo en una zona delicada, pero al final su 4:12.206 le permitió superar a un combativo Osmundo Ramírez, undécimo con su Renault 5 GT Turbo. Daniel Santana (Honda Civic) también atravesó distintas fases en su tercera y última carrera de la temporada después de llevarse un pequeño golpe en entrenamientos. Su primer sinsabor en su fortísima carrera deportiva del que fue reponiéndose en las dos mangas oficiales hasta escalar a la duodécima plaza.
Otro de los pilotos más espectaculares fue Miguel Quintino, aunque en su caso sin premio ya que a pocos metros de la meta su BMW partió el soporte de la rueda trasera derecha y no pudo pasar de esa decimotercera plaza superando a Domingo Ramos (Toyota Yaris TS) y al lanzaroteño Camilo González (Honda Civic). José Martín (Toyota Corolla 20V) fue uno de los que más sufrió esa falta de agarre de la rampa moyense y tras llevarse algún aviso se confirmó con la decimosexta plaza en su regreso a la competición después de mucho tiempo sin correr.
Otros destacados
Precisamente su hermano Modesto fue el dominador indiscutible en barquetas. Nunca había competido sobre uno de estos pequeños y potentes monoplazas, pero desde la primera oficial estableció diferencias insalvables. Su 3:52.439 era inalcanzable para el palmero Samuel Castro (BRC 02), aunque en la segunda oficial redujo su diferencia a la mitad después de tomar buena nota de algún que otro secreto del recorrido de esta subida. Modesto Martín (Speed Car GT1000) salió dispuesto a romper el crono en la segunda con la referencia del World Rally Car de Juan Luis Cruz, pero un trompo en la llamada “curva de las raíces” dejó como válido su tiempo de la primera.
En la última categoría en juego, el Trofeo de Promoción Talleres Multimarca ENMA fue para José Alejandro Rodríguez (Peugeot 205 GTi) después de una emocionantísima pugna con Yeray Henríquez (Toyota Corolla) que se decidió por sólo 84 milésimas. El lanzaroteño Aythami Afonso había sido el autor de los mejores tiempos tanto en entrenamientos como en la primera oficial, pero una rotura de embrague lo hundió a la tercera plaza a sólo siete décimas del ganador y a medio segundo del cuarto clasificado, Echedey Hernández (Peugeot 106 Rallye).