Con la llegada del Ateca y a la espera de que se produzca el anunciado lanzamiento del Arona, Seat no estaba dispuesta a permitir que uno de sus bastiones, el Ibiza, pasara a desempeñar un papel de mero espectador. El éxito creciente de la fórmula 'SUV' amenaza con llevarse por delante todo lo que se ponga a su paso, algo para lo que el fabricante español parece tener su particular receta.
Había llegado la hora de poner al día a su súper ventas creando una nueva plataforma con licencia no sólo para someter al nuevo Ibiza a una ampliación de todas sus dimensiones sino procurar una mayor rigidez torsional y mejorar los valores de confort en el habitáculo. Así, los pasajeros de los asientos posteriores disponen de 35 mm más de espacio para las rodillas mientras ganan 17 mm a la altura de la cabeza, una cota que se eleva hasta los 24 mm en el caso de los asientos delanteros. También el maletero se beneficia de la nueva arquitectura ofreciendo un volumen de 355 litros, 63 litros más que la generación anterior.
La nueva base de construcción parece convertirse igualmente en una garantía a la hora de poner en valor su comportamiento dinámico. El ensanchamiento de las vías unido a una mayor distancia entre ejes perpetúa una de las principales virtudes con los que ha contado siempre el benjamín de la familia, su habilidad para destacar en cualquier situación de conducción.
Buena parte de esa responsabilidad recae en una gama de motores revisada, empezando por la opción 1.0 TSI de tres cilindros -95 y 115 CV- al que se unirá en los próximos meses el 1.5 TSI de cuatro cilindros y 150 CV. El compromiso con los clientes que optan por las variantes diésel se resuelve con el propulsor 1.6 TDI, disponible en tres niveles de potencia -80, 95 y 115 CV-.
Con la exhaustiva actualización de su dotación en sistemas de asistencia a la conducción y conectividad, su más que razonable parecido estético al León y la decisión de ofrecer la carrocería de cinco puertas como única opción, queda claro que Seat ha puesto sobre la mesa todo de su parte para garantizar la defensa del feudo del modelo que históricamente más éxitos les ha repostado.