Lo ha intentado; Yeray Lemes, el último piloto canario que cantó el alirón en el Campeonato de España de Tierra –hace ya casi una década–, el anfitrión honorífico de este Rallye Isla de los Volcanes, con motivo del regreso del Nacional al archipiélago, ha tratado de compensar, a base de arrojo y entrega, las deficiencias técnicas de la que adolecía su Mitsubishi Evo IX Proto –prácticamente artesanal– en unos tramos que conoce al dedillo. Pero ni siquiera de esa manera, compitiendo con ese talante, dando lo mejor de sí por cada palmo de carretera, ha sido capaz de derrocar al hombre al que, nueve años atrás, le puso contra las cuerdas en su propia isla: Xevi Pons. El dominador indiscutible de un certamen donde, si continúa en liza con los apoyos pertinentes, tiene todos los visos de volver a proclamarse campeón.
No en vano, con la que ha sumado hoy en Lanzarote, prácticamente a placer –tras sobreponerse a infinidad de problemas, Lemes, el único que le ha plantado cara por la mañana, ha acabado abandonando horas después a consecuencia de una rotura en el radiador–, el piloto de Manlleu ostenta ya tres triunfos consecutivos en otros tantos posibles, sin que nadie haya sido capaz todavía, desde que comenzó la temporada hace casi dos meses, de forzarlo a correr de verdad.
Hoy, desde luego, una vez confirmados los problemas técnicos que han sobrevenido en el coche de Lemes, Pons no ha tenido que esmerarse demasiado para hacerse con el triunfo, nuevamente seguido por José Luis Peláez, víctima de un par de pinchazos que le han impedido rodar más próximo al Peugeot 208 R5 del piloto dakariano.
Otro catalán, Josep Basols, ha recuperado sensaciones en Lanzarote, clasificándose tercero, en dura pugna con Juan Carlos Quintana –ganador de la última especial, y, a su vez, de la Mitsubishi Evo Cup–, después de que la organización le haya eximido de una penalización impuesta inicialmente por haber desplazado la chicane artificial que ha dispuesto la organización en el tramo largo de la tarde.
Eduard Pons ha acabado a espaldas de ambos, seguido por Javier Pardo, que ha seguido progresando en tierra con su Suzuki Swift R+, clasificándose sexto a pesar de un pinchazo, y una fuga en el radiador, delante de Eduard Forés, Juan Pablo Castro y Marcos González, muy disconforme durante todo el día con el desempeño y las prestaciones del Peugeot 208 N5 al que se subió por primera vez sobre las embarradas pistas de Pozoblanco.
Gustavo Sosa ha escoltado al lanzaroteño en la clasificación, completando el top diez de la carrera y asegurándose, además, su primera victoria de la temporada entre los participantes de Grupo N.
El también majorero Kevin Guerra, undécimo al acabar el rallye, muy cerca del piloto del Mercasosa Rallye Team, ha volado literalmente por los tramos con el pequeño Skoda Fabia N3 de Lanzawagen, adjudicándose la victoria en el Trofeo de España de Dos Ruedas Motrices, donde se ha desencadenado una auténtica hecatombe entre los R2 que deberían haber llevado la voz cantante a lo largo de la carrera.
Fotos: Carlos Martín
