Después de haber subido al podio el pasado invierno, en los tramos nevados de Suecia, y de haber plasmado su velocidad, a finales de marzo, por las carreteras de Córcega –donde se reveló como el piloto más rápido sobre asfalto, Jan Solans encara ahora su primera cita mundialista de tierra: el Rally Italia Cerdeña, y lo hace como segundo clasificado del Junior WRC.
El catalán llega bien preparado a la isla mediterránea, gracias a la participación que efectuó hace tres semanas, en el Rallye Terra da Auga – Comarca de Arzúa, donde lideró su categoría con el Ford Fiesta R2T idéntico al que emplea en el JWRC y que acaba de incorporar ProRacing Competición.
El kilometraje y el ritmo que asimiló sobre los pedregosos tramos gallegos, unido además a las diferentes configuraciones de reglajes que pudo cotejar durante el fin de semana, ha aportado al piloto del Rallye Team Spain un bagaje muy provechoso a la hora de acometer su primera participación en la primera cita sobre tierra del Junior WRC, que marca además el ecuador de la temporada para las nuevas promesas del panorama mundialista.
La dureza y exigencia inherentes a los tramos sardos, caracterizados cada año por las elevadas temperaturas que se registran a pie de pista, las roderas que van conformándose sobre la gravilla, y, a su vez, la multitud de piedras que jalonan los trazados, exige esta vez un planteamiento más conservador por parte de Jan Solans y Mauro Barreiro.
“Los tramos están bastante rotos. No se pueden tomar demasiados riesgos porque, si no, no acabas el rally”, advierte el menor de los hermanos Solans, que se estrena en Cerdeña. “Habrá que intentar ir rápido, pero por el medio de la pista. A ver si podemos volver a sumar un buen resultado, aunque creo que, esta vez, va a depender un poco de cómo seamos capaces cada uno de sortear las dificultades y gestionar la velocidad. Va a ser un rallye duro, hay que terminar y, al mismo tiempo, demostrar velocidad, así que tendremos que intentar sobre todo buscar ese compromiso”.