En los albores de la temporada, con la irrupción del nuevo Supercampeonato y el retiro voluntario del vigente campeón, Miguel Fuster, todo hacía presagiar que el CERA iba a ser este año un mano a mano entre Iván Ares, José Antonio Suárez y Surhayen Pernía, los tres pilotos de Hyundai que se plantaron a finales de marzo en la prueba inaugural, el Rallye Sierra Morena. Lo que nadie podía vislumbrar entonces, mucho menos meses atrás, era que una marca histórica como Citroën iba a regresar por todo lo alto a los tramos patrios, poniendo patas arriba, en el buen sentido, evocando los tiempos de Chus Puras, la escena del Nacional.
Cuando la compañía del doble chevrón anunció a principio de año el advenimiento, a través de Sports&You, del nuevo Citroën Rallye Team, con Pepe López como apuesta de futuro, su foco se depositó, única y exclusivamente, en el inédito Supercampeonato. Sin embargo, como les surgió la oportunidad de correr en Córdoba, y, ya de entrada, ganaron, y encima, un mes más tarde, subieron a los altares definitivamente con una apoteósica victoria en Canarias, la propia inercia de los resultados, o de los éxitos, más bien, acabó motivando que el equipo rojo esté aspirando, a día de hoy, a lograr un nuevo título en el CERA.
Su joven talento se ha mostrado casi intratable hasta ahora al volante del Citroën C3 R5 que estrenó hace seis meses, por los caminos de Lorca. Salvo por el percance del Cocido, donde se salió de la carretera cuando rodaba en dura pugna con Iván Ares, Pepe López ha saldado victorioso todos los rallyes de asfalto a los que ha concurrido durante la primera mitad del año. El último de ellos, el de Ferrol, a finales de julio, donde se jugó el todo por el todo, sumando una nueva victoria en casa de su principal rival que le encauzó definitivamente hacia el posible doblete que, si se mantiene como hasta ahora, puede sellar el próximo otoño.
Aunque le ha llegado a plantar cara, sobre todo por los tramos norteños, Iván Ares se está mostrando incapaz de contrarrestar la cabalgada del madrileño. El gran adversario que le ha salido al paso, mediada ya una temporada de transición como es esta, que, con Cohete Suárez apeado precipitadamente del campeonato, después de caer derrotado ante el gallego en Adeje, pintaba realmente bien para el piloto de Cambre.
La suspensión por parte del asturiano de su programa con Hyundai diezmó lógicamente la representación de la marca, dejando a mitad de mayo a Iván Ares y Surhayen Pernía peleando ellos solos con los i20 R5, seguidos por los Suzuki Swift R+ N5 de Joan Vinyes y Javier Pardo, cada vez más consolidados en su última campaña completa antes de que lleguen los R4.
Alberto Monarri, piloto por segundo año consecutivo de Abarth España, se está mostrando también sumamente sólido al volante del Abarth 124 Rallye, casi tanto como Óscar Sarabia dentro de la Copa Suzuki, un debutante en este campeonato que, con dos victorias en su casillero, al volante del nuevo Swift Sport, ha suscitado el interés de gran parte del público como posible campeón de esta duodécima edición.
