Ya no hay vuelta atrás... Definitivamente, el Mundial comienza su fase decisiva este fin de semana, en Gales. La antepenúltima cita de un campeonato que se ha apretado de lo lindo tras un rallye de eliminación como fue el de Turquía, con Sébastien Ogier situado ahora en segundo lugar, a tan solo 10 puntos de Ott Tänak, antes de afrontar su primera participación al volante del Citroën C3 WRC en uno de los escenarios más relumbrantes de todo su palmarés.
Seb es el piloto más laureado de la prueba británica, con cinco victorias entre 2013, y, sin ir más lejos, el pasado curso, cuando sentenció allí, ante los entusiastas de M-Sport, su segundo entorchado consecutivo a bordo del Ford Fiesta WRC que empleó después de sus dos bienios fascinantes con Volkswagen. Por tanto, el galo tiene argumentos más que de sobra para ejercer una continua presión psicológica, a partir del próximo viernes, sobre su ex compañero Ott Tänak, insondable en Gales el pasado año, con el Toyota Yaris, hasta que enterró el cárter en una compresión, cediendo todas sus opciones de ganar el Mundial.
Esta temporada, el estonio se está mostrando mucho más sólido que de costumbre. Aún así, aún tiene que demostrarse capaz de sentenciar un título que se le puede escapar definitivamente a Thierry Neuville si vuelve a pifiarla, como en Turquía. Lo que, sin duda, sería calamitoso para Hyundai ahora que ha vuelto a coger aire dentro del Mundial de marcas, gracias a la acertada labor de equipo que ejercieron tres semanas atrás Dani Sordo y Andreas Mikkelsen. Una tarea que el noruego compartirá este fin de semana con Craig Breen, inscrito por primera vez ante su público a lomos del i20 Coupé WRC que estrenó a primeros de agosto, en Finlandia.
Otra de las esperanzas locales, el galés Elfyn Evans, ganador del rallye de casa hace dos años, con el Ford Fiesta WRC que patrocinaba entonces DMACK, reaparece después de la baja forzosa a la que le condenó la lesión vertebral que se produjo en Estonia. Pontus Tidemand va a formar equipo con él, mientras que Gus Greensmith regresa a la estructura de los Ford Fiesta R5, teniendo como compañero a Hayden Paddon, recuperado por M-Sport para la categoría WRC2 Pro, después del volquetón previo al Mil Lagos que le impidió consumar su regreso a la categoría reina.
Por su parte, Benito Guerra retoma su lucha por el título de WRC2, inscrito esta vez con el asturiano Dani Cué. No obstante, todas las esperanzas españolas de cara a este Rallye de Gales están depositadas en Jan Solans y Mauro Barreiro, que, después de haber cuajado una campaña espectacular nada más llegar al Mundial, se van a jugar el título júnior en la cita final de un campeonato que adjudica el doble de puntos al ganador de este último rallye.
