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CUPRA es sinónimo de éxito y buena parte de esta responsabilidad recae en el Formentor, el primer vehículo desarrollado íntegramente por la compañía. Los múltiples premios que acapara son un verdadero termómetro de su ascendente trayectoria comercial con la que ha roto las previsiones más optimistas.
Todo en él llama la atención. El SUV de Cupra es ampliamente reconocido por su diseño, pero también por su comportamiento y versatilidad con hasta diez motorizaciones disponibles, y por su tecnología. El sumun en cuanto a representación acaba de ser lanzado, se trata de la versión VZ5, máxima expresión de rendimiento, con motor de 390 CV, aunque eso sí, su producción está limitada a tan solo 7.000 unidades.
Nos detendremos muy poquito en lo referente a
su estética y es que son escogidos los elementos que lo distinguen del resto de la gama. Es el caso del marco de la parrilla en color negro, tono que distingue también a la carcasa de los retrovisores y los prominentes pasos de rueda. Su imagen es igualmente impactante visto desde detrás, basta echar un vistazo al difusor construido en fibra de carbono o a la doble salida de escape en el característico color cobre que luce en ambos extremos.
La distancia al suelo del VZ5 es 10 mm más baja que en el Formentor VZ310, las llantas son exclusivas en tamaño de 20 pulgadas y en cuanto colores, está disponible con carrocería Negro Midnight y dos acabados mate, Magnetic Tech Mate y Azul Petrol Mate. Existe a su vez una versión aún más exclusiva en color exterior Gris
Taiga, con acabado interior único de la que dentro del cupo original solo se fabricarán 999 unidades.
Los opcionales en el interior incluyen unos cómodos asientos CupBucquet tapizados en Azul Petro o Negro, materiales de mayor calidad y detalles en el recurrido color “Cooper” y aluminio cepillado. También forma parte de su exclusivo equipamiento el volante CUPRA que lleva incorporado el botón selector de los modos de conducción. La instrumentación digital y la más avanzada tecnología de infoentretenimiento completan la experiencia asociada a su ADN deportivo, incluido un programa de datos en el que se refleja información relativa al régimen de giro del motor, la potencia y el par, presión del turbo o las fuerzas G.
El propulsor, y ya entramos en materia, es una
auténtica institución dentro del grupo. Utilizado en algunas de las versiones más prestacionales de la marca los cuatro aros, el cinco cilindros desarrolla 390 CV de potencia y 480 Nm de par. Un motor que prima la conducción deportiva, asociado al sistema 4Drive y a la transmisión DSG de siete velocidades, y que cuenta además con un sistema de control selectivo de par, a cada eje y a cada rueda (Toque Splitter).
A todo ello se añade un perfil de conducción exclusivo, el modo “Drift” en el que el cien por cien de la potencia concentrada en el eje trasera se envía a la rueda que toma la trayectoria exterior de la curva para poder derrapar. El sistema advierte, usar únicamente en escenarios seguros y controlados, y no le falta razón. Y es que aunque el escenario a las afueras de Madrid no podía ser más elocuente, hay que ser consecuente con el entorno abierto diseñado para
la prueba. Eso sí, dentro de los distintos mapas de uso -Confort, Sport, Cupra, Individual y Offroad- el momento invitaba a utilizar solo dos…
Metidos en faena un aspecto novedoso del cambio DSG es que a diferencia de la versión VZ310, en manual -levas en el volante- se puede llegar al corte sin saltos imprevistos lo que permite disfrutar de unas sensaciones más puras.
Toda su configuración apunta en este sentido. La arquitectura de la suspensión con sistema de control dinámico del chasis y hasta quince niveles de ajuste de la firmeza de los amortiguadores, los frenos sobredimensionados firmados por Akebono para una mayor resistencia a la fatiga, incluso el
sonido, con ese murmullo bronco característico (modo CUPRA), son una invitación a explorar sus límites. Su aplomo, estabilidad y destreza sorprenden y mucho, sobre todo tratándose de un “SUV” al que no se le caen los anillos si, ocasionalmente, tiene que hacer las veces de vehículo familiar. En definitiva, un auténtico caramelo sino fuera por los 65.340 euros que cuesta. Ojo, un precio elevado, sí, pero el más competitivo, señalan los responsables de la marca, comparado con vehículos de corte de deportivo de prestaciones similares.
