Miguel Cabral ha respondido al envido de José Mari Ponce y lo ha hecho con una autoridad enorme en la segunda sección. Toñi Ponce sigue marcando el paso de un rally que, ahora sí, empieza a estar marcado por el calor.
Aún así, puede haber rally todavía en la tercera y última sección que queda, con los tramos de Teror-San Isidro (6,41 km) y Artenara-Cruz de Tejeda (12,75 km). Aunque la diferencia entre Miguel y José Mari es considerable, el Mitsubishi ha llegado con muchos problemas de frenos a los últimos tramos de este bucle y sin otro juego de discos disponible, estos últimos veinte kilómetros se pueden convertir en un verdadero calvario.
Tras recortarle más de dos segundos al cierre de la primera sección, en la segunda pasada por Teror-San Isidro Miguel Cabral y Jacob Párez –que montaban neumáticos nuevos en el tren delantero- demostraba que sabe llevar la presión de tener a todo un José Mari Ponce presionando y con un crono sólo 1,7 segundos peor que el nuevo scratch de Toñi llevaba a más de trece su ventaja. Una reacción enérgica que además lo mantenía a la misma distancia del liderato del rally.
Más confiado con las notas, Ponce y González mejoraban su tiempo de la primera pasada pero con ahora con la mosca detrás de la oreja por un pequeño fallo del motor a altas revoluciones que habían confirmado minutos antes en la asistencia de la Plaza de Sintes de Teror. Cosas de la electrónica.
Fuera del podio pero con la caña preparada por si acaso, Iván Armas y Pity Ramos eran ya a esas alturas los que tenían una situación más cómoda. Ángel Marrero-Víctor Marrero y Raúl Santana-José Suárez seguían ajenos a lo que pasaba por arriba de ellos y en la meta de San Isidro volvían a quedar separados por medio segundo. La batalla iba a continuar hasta el final.
En este tramo de potencia, Miguel Quintino y Carlos García volvían a salirse con el quinto mejor tiempo, recortando tiempo a Marrero y Santana y haciendo sólidos los cimientos de su séptima posición frente a la posible amenaza de Miguel Martín y José Luis Barrios. El de Subaru se había visto lastrado en toda la primera sección por un motor que no acaba de ir fino después de estrenarlo hace unas semanas en Ferrol. En asistencia nos explicó que la electrónica estaba adaptada a la gasolina del nacional y que con la que su equipo emplea en Canarias no funcionaba bien. Aún así, en Teror-San Isidro, volvía a ganarle la partida a Miguel Martín, recuperando la octava plaza.
Cabral vuela en Cruz de Tejeda
Si había dudas de que Miguel Cabral y Jacob Páez estaban dispuestos a ganarle por primera vez en rallys a José Mari Ponce y Carlos Larrodé, en el quinto tramo, el de Artenara-Cruz de Tejeda rompía el crono con un 4:41.2 que mejoraba en más de tres segundos el de la primera sección. Eso, unido al mal tramo de Ponce –con rateo de motor- multiplicaba por dos su ventaja. José Mari empezaba a no depender de sí mismo para ser segundo.
Toñi, más fino que en el primer paso por la especial más larga del día, también mejoraba pero con Cabral a cuatro escasos segundos. Aún así, su idea seguía siendo la misma: divertir y divertirse con un coche que no se prodiga en la especialidad de rallys. El Rally Villa de Teror tenía ya a esas alturas dos constantes inamovibles: Ponce como el autor del scratch un tramo tras otro e Iván Armas, cuarto en todo momento. Tras ellos, la historia cambiaba. Raúl Santana confesaba al llegar a meta que no había podido correr más en Artenara-Cruz de Tejeda, pero el esfuerzo les había merecido la pena porque le sacaban casi doce segundos a Ángel y Víctor Marrero, que empeoraban mucho su tiempo. La quinta plaza estaba de nuevo en manos de los de Honda.
En esta segunda sección José Luis Barrios y Eloy Rivero resucitaron. Su séptimo mejor crono en este quinto tramo lo lanzaba a esa misma plaza en la general, aunque para ello tuvieron que mediar los problemas de Miguel Quintino, que empeoraba su crono en diez segundos y caía una posición en la provisional y con Miguel Martín más cerca que nunca.
Problemas de frenos
Ya en la meta de Cruz de Tejeda lo había dicho, pero su buen registro parecía quitarle la razón. Miguel Cabral iba con problemas de frenos y aunque en el tercer y último tramo de esta sección se quedó a sólo cuatro décimas de José Mari Ponce, su cara dentro del Evo VI era de una gran preocupación. “Los discos están doblados y no tenemos otros. Va a ser un calvario y ya veremos si podemos defender la posición”, afirmó al llegar a la asistencia de Teror.
Toñi Ponce también llegaba tocado con una válvula del turbo rota en su Skoda Fabia WRC, pero sin que esto repercutiera en su ventaja. Su hermano José Mari no sufría tanto en esta especial por ese misterioso rateo de motor que en principio se podía deber o a una falta de gasolina o a una dilatación de las bujías a causa del calor. Nada grave.
Los hermanos Marrero, siempre por detrás de un Iván Armas puntual como nunca, se imponían por la mínima a un Raúl Santana. ‘El Flaco’ sabía que el golpe moral que le había asestado un tramo atrás era definitivo y empezaba a amarrar esa quinta plaza. El nuevo frente de este Rally Villa de Teror era el de la lucha por la séptima plaza con José Luis Barrios (líder inalcanzable del grupo N con el Subaru Impreza), Miguel Martín (BMW 325i) y Miguel Quintino (BMW M3), los tres en un pañuelo de 3,1’’.
Sin abandonos en el grupo de cabeza desde la baja de Germán Hernández e Israel Pereira en el segundo tramo, por detrás las cosas seguían igual con Raúl Quesada-Pedro Domínguez (Renault Twingo R2) décimos a 18’’ de Fran Suárez-Mario Quintero (con la caja de su Citroën C2 GT renqueante). El ex campeón regional de Grupo N se las iba a tener que ver en los dos últimos tramos con Luis Montesdeoca-Amaranto Martel, duodécimos a sólo seis décimas.
A más de medio minuto, Juan Betancor y Juan Carlos Díez (Toyota Corolla Twin Cam)–que fueron novenos absolutos en Telde- volvían a asomar la cabeza entre los quince mejores por delante de Alexis Santana-Daniel Santana (Honda Civic) y David Ortega-Alejandro Falcón (Lancia Delta HF). Y tras ellos, los líderes de la Copa Toyota ENMA, Domingo Ramos y Marcos Guerra (Toyota Yaris TS), superando en este apartado a Raúl Fernández-José Vega y al primer clasificado de Promoción, Leandro Santana-Omar Godinho.
Esta vez el calor sí ha querido tener su dosis de protagonismo. No tanto por las temperaturas, que se dejan llevar, sino por la humedad que hace que la sensación térmica y la deshidratación de los pilotos sea mayor.