Ya nos lo habían advertido y es que Toyota tienes sus propios planes en la carrera que mantienen desde hace ya mucho tiempo a favor de la ecología y la reducción de emisiones. Lejos de soluciones intermedias más o menos viables, la marca japonesa mete el dedo de lleno en la llaga para asegurar la mejor respuesta en el menor espacio de tiempo posible. La tecnología híbrida desarrollada por Toyota (HSD) se ha revelado desde hace tiempo como la solución más eficaz a la hora de reducir el consumo y por ende las emisiones de CO2 con un descenso añadido de partículas tanto o más importante. La pila de combustible de hidrógeno parece ser ahora su próximo objetivo. En una primera fase, ambas tecnologías se asocian en una simbiosis casi perfecta para dar a la luz los vehículos híbridos de pila de combustible (FCHV) presentando una mayor eficiencia 
desde la extracción hasta el consumo que los híbridos, cualquier motor convencional de gasolina o diesel e incluso los vehículos eléctricos.
Toyota empezó a trabajar con los FCHV en 1992, desarrollando internamente sus propias pilas de combustible y depósitos presurizados de almacenamiento de hidrógeno. Ahora, la empresa aplica su propia tecnología HSD al desarrollo del FCHV, sustituyendo los motores de gasolina por pilas de combustible, y los depósitos de gasolina por tanques de hidrógeno a alta presión.
El más reciente híbrido con pila de combustible de Toyota, el FCHV-adv, es un Highlander equipado con un motor basado en esta tecnología derivada del HSD. Cuenta con una pila de combustible de 90 kW de electrolito polímero, desarrollada internamente, una batería de Ni-MH de 21 kW, un motor eléctrico de 90 kW / 260 Nm y cuatro depósitos, para almacenar hidrógeno a una presión de 70 MPa.
Con un tiempo de repostaje máximo de 10 minutos, el FCHV-adv puede recorrer hasta 790 km con un solo depósito de hidrógeno, a velocidades de hasta 155 km/h. Puede funcionar a temperaturas de hasta -30o C, y ofrece una marcha totalmente silenciosa y genera cero emisiones de CO2, sólo emite vapor de agua.
Siguiendo con su investigación sobre la mayor durabilidad y fiabilidad de las baterías, una reducción considerable de los costes, unas menores emisiones de CO2 en todo el ciclo del producto y la implantación de una infraestructura de repostaje de hidrógeno, Toyota pretende empezar a comercializar los vehículos de pila de combustible en 2015.
