La fama de Land Rover como marca número uno en todo terrenos no es gratuita y lo demuestra lanzamiento tras lanzamiento. Sin embargo y con el objetivo de ampliar su influencia y atraer a un tipo de cliente que requiere u
n mayor radio de acción la marca ha revisado desde hace un tiempo sus prioridades ampliando su oferta con un grado de compromiso para uso en carretera o fuera de ellas muy conveniente. Es el caso del nuevo Range Rover Sport que aprovechando los avances que han permitido al conjunto someterse a una fuerte dieta de adelgazamiento facilita su dinámica para el uso cotidiano, consiguiendo además una mejora sustancial en su impacto medio ambiental.
Su carta de presentación reúne todos los ingredientes para convertirse en el vehículo de lujo de uso recreacional más completo, enfocado preferentemente a ofrecer placer de conducir, facilidad de manejo y agilidad sobre el asfalto pero sin renunciar, a elección del cliente, a su ADN como todo terreno con una capacidad excepcional.
Compromiso
Lo primero que se observa es una revisión de sus 
proporciones. El nuevo Sport es 62 mm más largo que su antecesor alcanzando una longitud total de 4.850 mm, no obstante, la distancia entre ejes aumenta en 178 mm procurando otro de sus grandes logros que es la gran disponibilidad de espacio en el interior. Todo apunta a un vehículo con características propias de una berlina. La estructura realizada completamente en aluminio y su perfil más aerodinámico ofrecen un comportamiento óptimo y una agilidad mejorada en cualquier escenario.
A ello contribuye también la nueva suspensión neumática de aluminio que varía automáticamente entre dos alturas a la espera de la introducción de una nueva generación del sistema “Terrain Response 2” que selecciona de forma automática el modo más propicio para cada terreno. Esta última y continuando con el mencionado compromiso con su faceta de todo terreno, introduce una nueva posición intermedia que permite que el modo off road permanezca accesible a mayor velocidad pasando de los 50 km/h a los 80 km/h.
Existen dos opciones en cuanto a sistemas de tracción total permanente. El primero, para los más puristas, cuenta con reductora. Su reparto de par por defecto es 50/50 y cuenta con un bloqueo de diferencial capaz de enviar todo el par a uno de los 
ejes. La alternativa se adapta con mayor precisión al el espíritu para el que ha sido concebido el vehículo y se trata de un sistema más ligero carente de reductora. En su defecto cuanta con un diferencial “Torsen” central cuyo reparto por defecto es 42/58, distribuyendo el par de forma automática y trabajando junto a los sistemas de control de tracción para ofrecer un comportamiento óptimo en cualquier condición.
Motores
La oferta para España incluye tres motores. El de gasolina corresponde al motor sobrealimentado V8 de 5.0 litros y 510 CV mientras que la opción diesel presenta dos variantes, el TDV6 de 3.0 litros y 258 CV y el SDV6 de 3.0 litros y 292 CV. Posteriormente esta gama se ampliará con una versión diesel de alto rendimiento SDV8 de 4.4 litros y 339 CV. La aceleración 0 a 100 km/h en todos los casos se encuentra en torno a los 5 segundos con una reducción del consumo de hasta un 24% y unas emisiones que parten desde 194 g/km de CO2. Todos los motores están equipados con sistema Stop/Start y caja de cambios automática de 8 velocidades con control electrónico avanzado.
A la última
Podríamos hablarles de lo bonito que es y lo bien terminado que está remitiéndoles para ello a nuestra galería fotográfica pero la experiencia nos permite centrarnos en otros aspectos que han adquirido gran interés entre los usuarios de este tipo de vehículo. Nos referimos al equipamiento y más concretamente el destinado a establecer diferentes grados de conectividad con los ocupantes y el entorno y los sistemas de asistencia al conductor.
El nuevo Range Rover Sport adopta la tecnología “Connected Car” con el que el conductor puede comprobar el estado del vehículo a través de una aplicación instalada en su teléfono o localizarlo en caso de robo contando a su vez con llamada de emergencia y de asistencia si fuera necesario. También se puede instalar un equipo de banda ancha Wi-Fi con conexión a internet para el uso de los pasajeros. La información se puede analizar a través de la proyección sobre el parabrisas (Head-Up Display) de todos los datos de funcionamiento del vehículo y la navegación.
Un sistema de cámaras digitales con tres funciones de asistencia supervisan y alertan de los cambios involuntarios de carril, permiten el cambio de las luces largas a cortas en caso de deslumbramiento o el reconocimiento de las señales de tráfico. Como novedad se incorpora lo que se denomina “Wade Sensing” o sensor de vadeo que ofrece información detallada cuando se conduce a través del agua cuya capacidad alcanza los 850 mm.
