Ya casi nadie se sorprende por su originalidad. Esos grandes ojos redondos que parecen salidos de una viñeta del manga son la nota nostálgica en la nueva identidad que presenta la segunda generación del Juke que evoluciona sobre una carrocería que crece hasta los 4,21 metros de largo. Este dato es fundamental para entender el salto cualitativo que se aprecia en esta nueva edición, la segunda, en el que se da mayor protagonismo entre otros aspectos a la habitabilidad interior, sobre todo en lo que se refiere al espacio disponible en las plazas traseras.
La utilización de una nueva plataforma modular permite a su vez disponer de un maletero con mucha mayor capacidad --422 litros ó 1.088 litros con los respaldos de los asientos traseros plegados-. La carrocería también crece a lo ancho hasta los 1,80 metros y con ella el portón posterior facilitando el acceso de objetos voluminosos a la zona de carga.
Las dimensiones se completan con una cota que alcanza casi el 1,60 de altura, mientras la batalla se sitúa en 2,64 metros. Con ello se resuelve el déficit de espacio del viejo Juke frente a los argumentos presentados por la progresiva llegada de nuevos modelos a la categoría.
HERENCIA
El Juke se reinventa sin forzar en exceso en términos de diseño y es que la huella de su antecesor es lo suficientemente profunda como para comprometer casi una década de éxito comercial. Es cierto que existen ciertas similitudes visuales pero coincidirán con nosotros al afirmar que el nuevo traje le sienta estupendamente bien.
Dimensiones más grandes, sí, pero sin perder de vista premisas innegociables como su silueta de corte deportivo acentuada por la prominencia de las aletas laterales, principalmente en los tres cuartos traseros, el bastidor lateral y el atrevido diseño de las nuevas llantas de 19 pulgadas. Las manecillas encastradas en el marco de las puertas traseras, el alerón posterior y el techo con efecto flotante es otra de las señas de identidad de las que no ha querido desprenderse para insistir en su perfil cupé y en la posibilidad de personalizar el acabado final escogiendo la opción de pintura bi-color entre once tonos para la carrocería y tres para el techo; rojo, gris o negro.
El cambio más evidente se produce en el frontal. Es verdad que conserva los emblemáticos faros redondos ahora con tecnología ‘full led’, sin embargo, la incorporación de la parrilla V-Motion, un rasgo común a toda la gama de modelos Nissan, inspira el desarrollo de los nuevos faros de luz diurna otorgándole junto al nuevo parachoques una fisonomía completamente diferente.
A ESTRENAR
A bordo prácticamente todo es nuevo. La unidad que hemos probado corresponde a la versión Tekna, la más equipada, y a pesar del notable aumento de espacio, el habitáculo mantiene ese ambiente acogedor característico. A ello contribuyen los asientos con reposacabezas integrados y tapicería en cuero, el acierto al escoger los materiales que componen el nuevo decorado, la combinación de texturas y formas así como la ergonomía, con gran facilidad de acceso a todos los dispositivos de control.
Buena parte del operativo se concentra en la pantalla principal suspendida en el centro del salpicadero. Compatible con Apple CarPlay y Android Auto, permite conectividad Wifi mediante una aplicación específica para dispositivos móviles, también a los servicios asociados a la plataforma NissanConnect. El volante, ahora ajustable tanto en profundidad como en altura, asume gran protagonismo en este sentido. Los botones de función están referidos, por un lado, a la información que se proyecta en el cuadro de instrumentos interviniendo también en la interfaz del sistema de sonido, los mandos para el teléfono y el operativo sobre algunos asistentes de ayuda a la conducción, incluido un nuevo pulsador específico para configurar los parámetros del sistema ProPilot de conducción semiautónoma. La experiencia de entretenimiento se completa con los altavoces Bose ‘UltraNearfield’ 360º integrados en los reposacabezas de los asientos delanteros.
Debajo de las tres salidas de aire central –tiene hasta cinco- está situado el climatizador automático y debajo una pequeña bandeja donde se alojan los puertos USB, auxiliar y una toma de corriente de 12V. Sobre el túnel central, el pulsador start/stop, el interruptor para el freno de mano electrónico y justo detrás de la palanca de cambio, el selector de los modos de conducción, imprescindible para la gestión del rendimiento según la situaciones de conducción.
EN MARCHA
Sin duda una de las sorpresas más agradables ha sido comprobar la actuación del motor DIG-T turboalimentado de 1.0 litros y tres cilindros, la única opción disponible al menos de momento. La respuesta no puede ser más convincente sintiéndose realmente vivo desde muy bajas revoluciones aunque todo dependerá del modo escogido.
Como es natural, con el selector situado en modo ‘Eco’ todo se ralentiza aunque la ganancia en términos de consumo promedio es notable. En el otro extremo está el modo ‘Sport’. Es entonces cuando sus 117 CV de potencia y 180 Nm de par máximo dan realmente el do de pech , volviéndose un vehículo más reactivo y divertido al mantener un régimen elevado con el manejo del cambio manual de seis velocidades. Justo en medio se sitúa el modo ‘Standard’ ideal para circular a una velocidad alta, por ejemplo en autopistas y autovías, con un rango de consumo contenido.
Utilizando los tres modos de forma coherente durante casi dos días de prueba nos hemos movido en una media cercana a los siete litros lo que comparado con otras mecánicas similares no está nada mal. En cualquier caso me quedo con esa sensación de control que ofrece tener una posición elevada sobre la media del tráfico, el ajuste correcto de la suspensión, ni demasiado dura ni demasiado blanda, y el tacto tan directo que ofrece la dirección.
POR SEGUNDA VEZ, “MEJOR COCHE DE CANARIAS”
Considerado por muchos el precursor de la categoría B-SUV tras su llegada al mercado hace una década, fue entonces cuando recibió su primer galardón anticipando un largo periodo de éxito comercial que se ha extendido prácticamente hasta su final de ciclo. Este año lo ha vuelto a conseguir, el nuevo Juke se rearma añadiendo a su palmarés su segundo premio como “Mejor Coche de Canarias”, el primer vehículo en conseguirlo a lo largo de la historia del premio. Pero cuáles han sido en esta ocasión los principales argumentos que lo han llevado a ser reconocido con este nuevo título.
Tal como hemos comprobado, la mejora es notable en multitud de aspectos. El atractivo es indudable, es más grande, espacio y está mejor conectado. Sigue siendo un vehículo eminentemente práctico mejorando incluso en eficacia pero también acumula muchos puntos cuando hablamos de seguridad.
Casi todo el protagonismo en este sentido se lo lleva la tecnología ProPilot, un sistema capaz de acelerar y frenar el vehículo de forma autónoma en situaciones de tráfico lento manteniendo la distancia de seguridad con el vehículo que le precede así como la posición en su carril siempre con la supervisión directa del conductor.
No es la única aportación en este apartado. También ofrece otras innovaciones como la cámara inteligente 360º, sistema anti-colisión frontal inteligente con detección de peatones y ciclistas, reconocimiento de señales de tráfico, control inteligente de cambio de carril así como alerta de tráfico trasero y un control de ángulo muerto capaz casi de obligar al conductor a recobrar el carril si detecta un vehículo en el lado hacia donde se va a desplazar.