Con una ventaja muy abultada de 61 puntos y la certeza de no haber tenido un rival a su altura durante toda la temporada, Sébastien Loeb tiene su noveno título mundial de pilotos a punto de nieve. Citroën Racing también se embolsará su octavo campeonato de marcas, con lo que el rally de casa que de nuevo tendrá su sede en Estrasburgo será una gran fiesta en la que la marsellesa será parte de la banda sonora.
Loeb depende de sí mismo para conseguir ese nuevo campeonato. Según WRC.com, la web oficial del mundial de rallys, la primera de las combinaciones que harían al alsaciano nonacampeón sería que terminara por delante de su compañero de equipo Mikko Hirvonen. El finlandés es el único que tiene probabilidades matemáticas de ser primero, pero atendiendo a la estadística, nunca ha sido capaz de imponerse a ‘Seb’ con el DS3 WRC cuando éste no ha tenido ningún tipo de problema.
Lo de Mikko es una causa perdida, porque aunque fuera capaz de ganar a Loeb en casa delante de su público, el piloto de Haguenau también podría llevarse el título si finalizara justo por detrás de su compañero y éste no ganara ni el rally ni el Power Stage final.
La última alternativa es que Hirvonen no consiga acabar entre los ocho primeros, algo que dada la regularidad del finlandés parece poco probable a no ser que medie un problema técnico o un error de conducción.