Un año después de haber sido el primer canario en ser seleccionado por la Real Federación Motociclista Española para disputar el Mundial de MX, Mahy Villanueva ha vuelto a ser pionero al romper la barrera de los entrenamientos y clasificarse para carrera. Fue este pasado fin de semana en la localidad italiana de Cingoli y allí el joven piloto grancanario logró el puesto 29 de la general absoluta de la categoría de 85 cc.
Cuando en agosto de 2010 Mahy fue elegido casi contra pronóstico por la RFME para disputar el Mundial de MX en Francia, se sabía que ese bautismo de fuego era una inversión de futuro. Entonces no pudo pasar el corte de los entrenamientos oficiales, su tiempo no fue lo suficientemente rápido como para clasificarse para las dos mangas, pero se prometió que repetiría y que esta vez no se iba a dejar impresionar por la novedad, la parafernalia mundialista y una lista de inscritos de más de cien pilotos.
Establecido ya en la elite de las jóvenes promesas del MX nacionales, la RFME ha vuelto a apostar por Villanueva, y él no ha desaprovechado la ocasión. Más preparado, con mejor ritmo y con una experiencia que, a su edad, con sólo trece años, vale oro, Mahy llegó a la localidad italiana de Cingoli sabiendo perfectamente que lo importante era aprovechar bien los entrenamientos. La cosa no pintaba bien, al margen de por el lógico desconocimiento del circuito, porque había quedado encuadrado en el grupo de los cabezas de serie mundialistas, pero ni aún así se dejó vencer por los nervios.
Mahy empleó los libres para ir memorizando las claves de un circuito técnico y con muchos desniveles que hacía primar el motor por encima de otros factores. Desde esos primeros ensayos empezó a evidenciar que tenía ritmo y que podía clasificarse para carrera sin grandes aspavientos, pero quedaban los oficiales y hasta entonces no se podía dar nada por hecho. Desde los primeros minutos, Villanueva estaba en la zona verde, la que daba el pase a carrera, pero en los finales, cuando los pilotos aprietan para conseguir el mejor crono, el canario se quedó fuera de los veinte primeros por sólo 42 milésimas. Con su 1:59.236 habría sido décimo en el Grupo B y se habría clasificado con total holgura, pero estaba en el cuadro de los favoritos y tenía que buscar su oportunidad en una manga de repesca.
Aquí sólo valía estar entre los cuatro primeros. Un último golpe de riñón, un esfuerzo final para cumplir el sueño de correr con los mejores pilotos del mundo, así que Mahy salió a muerte. En la primera vuelta se situaba segundo a sólo unos metros del primero y ahí se mantuvo para evitar riesgos hasta el banderazo final, logrando la meta que se había marcado al llegar a Italia.
La cantidad de tiempo que el joven piloto isleño estuvo encima de la moto durante el sábado pasó factura el domingo. El esfuerzo se notó en su pequeño cuerpo y en la primera manga estuvo algo falto de ritmo, acabando en el puesto 27 casi de principio a fin. En la segunda, con la idea de disfrutar y seguir aprendiendo acabó vigésimo sexto, logrando en el cómputo general de las dos mangas el puesto 29.
