Desde que Copi Sport le compró el Porsche 997 GT3 a Sergio Vallejo con el que acababa de proclamarse Campeón de España de Rallys, José Mari Ponce nunca escondió que le gustaría darse el gusto de correr una prueba con él. Los programas, primero de Marco Lorenzo y, a continuación, de Alfonso Viera, hicieron imposible siquiera que se planteara, pero su amistad con Fernando Capdevila ha hecho que la puerta del ‘nueveonce’ estuviera siempre ligeramente abierta para el grancanario.
La marcha tanto de Viera como de Lorenzo al nacional de tierra y asfalto respectivamente ha dejado vacante uno de los mejores coches que hay en Canarias. Por lo menos en rallys, ya que en montaña podría haber un programa bastante jugoso. Con este panorama, es lógico y normal que la fantasía de ver al Campeón de España de Rallys de 1991 al volante del potente Porsche haya vuelto con más fuerza que nunca. Pero como siempre, es el propio interesado quien apaga el fuego antes de que prenda. “Siempre hacia finales de año surge este rumor. Nunca he podido negar que me gustaría correr algún rally con este coche. La relación tan fluida que tengo con Fernando Capdevila, nuestra amistad, ha hecho que esa posibilidad siempre esté abierta, pero nunca se ha llegado a cerrar. Tampoco ahora”, reveló en una entrevista mantenida en el programa ‘Kilómetro 103’ de Radio Canarias.
El mayor de los hermanos Ponce se siente muy unido a la marca BMW y su concesionario para Las Palmas, Vemotor. Además, ha sido uno de sus principales patrocinadores, por ello entiende que aspirar a hacer un programa amplio de pruebas con el Porsche podría ser un problema. “Si participo con otra marca significaría que mi presupuesto se vería menguado, salvo si es un rally esporádico. Hay un detalle, y es que he tocado en la puerta de dos patrocinadores nuevos, algo que no hacía desde hace doce o trece años, y los dos parecen haber cristalizado. Así que ¿por qué no?”.
José Mari, que afirma haber reinvertido en las carreras todo aquello que ha ingresado gracias a ellas, tampoco vería con malos ojos el seguir corriendo con la marca BMW si hubiera alguna alternativa con la que poder aspirar a estar peleando por la victoria en cada rally. Algo que, a su juicio, no es nada descabellado porque el nuevo reglamento técnico “da mucho margen a distintas alternativas”.
Pero volviendo a lo factible y a lo que está al alcance de su mano, lo único que está descartado al ciento por ciento es que haga el Rally Islas Canarias con el 911, a pesar de que por duración, “es perfecto para poder adaptarse al coche con tranquilidad”. Allí volverá a subirse al BMW M3 con Carlos Larrodé en la que será la primera cita de un Campeonato Provincial de Rallys de Las Palmas que, salvo Lanzarote, hará al completo. “También me gustaría estar en alguna prueba de Tenerife. No será en montaña. Me hace ilusión hacer un Rally Norte por ejemplo, o incluso uno de los rallys del sur. Antes me aburría hacer los tramos de siempre como Atogo o Arico, pero ¡hace tanto que no paso por ahí que tengo ganas de volver!”.
El nuevo autonómico está descartado porque “no tiene ni pies ni cabeza”. Considera que no tiene mucho sentido hacer un campeonato así “en un momento económico como el actual” y augura que “si lo siguen dos o tres equipos” será “todo un éxito”.
De darse las circunstancias adecuadas, tampoco Santa Brígida sería un buen lugar para darse ese capricho de correr con el potente GT alemán. El tramo de ‘Las Meleguinas’ es, según su vasta experiencia, “uno de los peores para hacerlo con un propulsión trasera”, pero haciendo esa salvedad, “cualquier rally me gustaría porque es un coche que ha quedado claro que se adapta bien a la mayoría”.
Los pesimistas verán aún más lejos el momento en que uno de los pilotos más espectaculares que ha dado Canarias se suba a uno de los mejores coches; los optimistas, en cambio, habrán sabido leer entre líneas y creerán que a poco que se den las condiciones que han de darse, José Mari Ponce será –al menos por un rally- piloto Porsche.
Foto: Rafa Sosa
