Volkswagen Motorsport parece estar rentabilizando su inversión en el programa WRC antes incluso de que el Polo R haya dado sus primeros pasos en un tramo cronometrado. Todo el mundo está pendiente de qué pasa en Hannover y el secretismo en torno a quiénes serán sus pilotos o la fecha de debut en competición oficial sigue llenando páginas y páginas mientras Sébastien Ogier –la única pieza inamovible de este rompecabezas– sigue afilando el coche blanco y azul.
En aquella entrevista que mantuvimos en el Rally de Catalunya con el entonces director de Volkswagen Motorsport, Kris Nissen, y su asesor Carlos Sainz –del que aún se desconoce cuál será su labor en el equipo tras acabar con su desarrollo–, se afirmó tajantemente que el segundo piloto se elegiría por méritos y no por su nacionalidad ni mucho menos posibles patrocinadores que pudiera aportar. Sería un tipo rápido y aquí se abre el abanico.
Rápido ha sido a lo largo de toda la temporada el noruego Andreas Mikkelsen. Vigente campeón del IRC y punta de lanza de Skoda en su programa deportivo dentro de este campeonato –es el único oficial de la marca que ha corrido todas las pruebas–, sus cifras absolutas no son muy espectaculares, pero es innegable que está maduro para dar el salto a un WRC. En tierra ha plantado cara a Ogier y su primera victoria en asfalto no ha llegado aún por simple mala fortuna, como en Canarias por poner sólo un ejemplo.
¿Más pilotos rápidos? Jari-Matti Latvala lo es y hace unos meses la rumorología, avivada por las declaraciones altaneras de su representante, Timo Jouhki, apuntaba a que los contactos entre el finlandés y Volkswagen Motorsport eran continuos. Parecía, en definitiva, que estaba hecho. Pero ha pasado el tiempo y Latvala parece más cerca de quedarse en Cumbria, sede de M-Sport, que de marcharse al cuartel general que la marca alemana tiene en Hannover. Sus repetidos accidentes, su lesión que obligó a Ford a buscar un recambio en Dani Sordo y su falta de regularidad son una pésima carta de presentación cuando hay otros candidatos mucho más sólidos.
Uno de ellos, lo acabamos de nombrar, es el español Dani Sordo. Prodrive dice que está en busca de patrocinadores para hacer un programa completo en 2013 con el Mini John Cooper Works, pero visto lo visto este año, la palabra del preparador inglés vale bien poco si hablamos de calendarios. El cántabro ha ganado muchísimos puntos en esta etapa junto a Mini ya no sólo por sus resultados, también por sus dotes a la hora de guiar a los ingenieros en el desarrollo de un coche. En su participación con el Ford Fiesta RS WRC en Argentina se apuntó otro tanto: el de ser capaz de estar en posiciones de podio con un coche que conocía de un simple test en la sede del equipo de Malcolm Wilson. Su fichaje tendría el visto bueno de Sébastien Ogier también del responsables del área técnica del equipo, François-Xavier Demaison.
Son sólo algunos nombres de un puzzle que damos por hecho que tendrá dos piezas pero que, por qué no, podría tener alguna más. En medios anglosajones se apunta la posibilidad de un tercer coche que se sumaría empezada ya la temporada 2013. ¿Su piloto? Pues uno de estos top drivers o ese junior que supuestamente debería haber salido de ese rastreo llevado a cabo desde la pasada campaña con nombres como Yeray Lemes, Hans Weijs Jr., Christian Riedemann, Kevin Abbring, el propio Andreas Mikkelsen o, atención, Sepp Wiegand.
Puede ser casualidad, pero el que Jost Capito haya querido volver a probar al joven alemán en el rally de casa alineando por primera vez en toda esta fase ‘pre-WRC’ tres Skoda Fabia Súper 2000 suena a algo más que un simple premio después de sus participaciones en San Marino y Rumanía dentro del IRC. Descartado supuestamente Abbring, si hay un junior que ha hecho méritos es Mikkelsen, que además ha estado muy involucrado en toda la fase de desarrollo del Polo R WRC.
¿Y el debut?
Es tanto el secretismo que aunque Nissen primero y Capito después han repetido hasta el aburrimiento que no se plantean un debut antes del Rally de Montecarlo de 2013, es raro el mes que desde algún medio especializado no aseguren apoyándose en ‘fuentes del equipo’ que el Polo R WRC hará alguna prueba antes de que el WRC 2012 queme su último cartucho.
Las últimas informaciones apuntan a Cerdeña, pero sin competir oficialmente en el rally italiano. Al margen de que en Volkswagen Motorsport decidan finalmente acelerar el desarrollo de su coche –y en cierta medida a enseñar sus armas–, esto sólo podría producirse con el beneplácito de las demás marcas implicadas en el WRC.
