El Intercontinental Rally Challenge (IRC) y el European Rally Championship (ERC) están cada vez más cerca y Jean Todt quiere que sus caminos confluyan a partir de 2013. El rumor lleva circulando desde hace algo más de un año, pero en las últimas fechas se ha intensificado y las piezas empiezan a encajar con tanta coherencia que podemos dar por buenas las informaciones que afirman que será en el próximo Consejo Mundial de la FIA de septiembre donde se convertirá en realidad.
Atado ya el futuro inmediato del estandarte de la FIA en lo que a rallys se refiere, el WRC, es momento de ponerle el cascabel al gato del ERC, un certamen que ha pasado distintas vicisitudes pero que, sin duda alguna, está un peldaño por debajo del IRC. El campeonato propiedad de Eurosport ha perdido gancho en esta última campaña, pero tiene un tirón tan fuerte desde el punto de vista de cobertura mediática que ha tambaleado a todo un Mundial de Rallys y se afirma que marcas como Ford estarían dispuestos a hacer las maletas y emigrar del WRC al IRC.
Con estos precedentes el objetivo de la FIA es unir fuerzas y aprovechar el potencial de la cadena francesa como promotor y como plataforma audiovisual. Todas las informaciones apuntan a que el campeonato resultante heredaría la denominación ERC y tendría catorce carreras con un formato similar al del Campeonato de España de Rallys de asfalto, con dos partes compuestas por siete pruebas de las que se retendrían cuatro de cada una.
Y aquí llega uno de los principales problemas donde el promotor del campeonato resultante deberá actuar con templanza: los integrantes de ese calendario. Sólo el Geko Ypres Rally y el Barum Czech Rally Zlin comparten puntuabilidad actualmente en el IRC y el ERC. Entre los 21 restantes hay pruebas de la solera del Tour de Corse y una infinidad de rallys que ahora quedan con la duda de qué pasará con ellos en caso de que se certifique la fusión de estos dos certámenes.
Aunque es Italia el país que se lleva la palma, España tiene dos pruebas que, quizá, tendrán que hacerse con una plaza en ese futuro calendario: el Islas Canarias (puntuable para el IRC desde 2010) y el Príncipe de Asturias. Una vez se confirme –si no se vuelve a aplazar la decisión– este movimiento en el Consejo Mundial de la FIA del próximo mes de septiembre habrá que vigilar muy atentos ese incómodo juego de las catorce sillas para ver quiénes se acaban quedando en pie.
