Miguel Fuster rara vez se equivoca en sus predicciones. Su experiencia le dice que los rallys donde le toca sufrir con el Porsche son los de Cantabria y Ferrol y, efectivamente, este pasado fin de semana él y su copiloto Nacho Aviñó tuvieron que ajustarse bien los arneses en los tortuosos tramos del tercer rally gallego de la temporada.
Después de dos años ausente en Ferrol la primera sección dejó entrever que al triple Campeón de España de Rallys de Asfalto le podía caer un saco de minutos. Noveno en la primera especial y sexto en el segundo, la séptima plaza provisional no hacía augurar nada bueno a pesar de que la climatología estaba siendo benigna con los GT.
Pero el alicantino, que llegaba líder del campeonato y con dos triunfos en el bolsillo, no estaba excesivamente preocupado y después de esa primera sección en la que confesó ir “totalmente perdido”, a partir de la segunda empezó a recuperar terreno. Aunque después de cuatro especiales tenía la cabeza de carrera a casi minuto y medio, en el segundo paso por ‘As Somozas-As Pontes- Ortigueira’ ya hizo un tercer mejor crono que lo aupó hasta la cuarta posición de la provisional, un puesto por encima del que era su objetivo.
“Sinceramente, en este rally salía pensando en conseguir una quinta posición. La cabeza está para algo y teníamos una estrategia perfecta y clara para este rally, que es el más desfavorable para nosotros y que conocemos poco sus tramos”, explicó el de Porsche, quien aunque no pudo evitar ser superado por el local José Antonio Iglesias, acabó en puestos de podio al abandonar Jonathan Pérez y sufrir un pinchazo Sergio Vallejo.
“Al final hemos salvado los muebles y conseguido un podio muy positivo. Ahora, esperemos que la climatología nos ayude en las próximas pruebas”, concluyó el líder del CERA 2012 con 14,5 puntos sobre el ganador en Ferrol Alberto Hevia.
Mala fortuna de Vallejo
Lo de Sergio Vallejo empieza a ser ya algo de meigas. Si días después del Rally de Ourense se lamentaba incrédulo de su racha de tres pinchazos consecutivos, con el de Ferrol ya puede sumar uno más. Las carreteras sucias y llenas de grava son el antídoto contra la potencia y la velocidad de los GT y aunque el gallego sabía bien que en este quinto rally de la temporada tocaba sufrir, sus dos victorias de 2007 y 2011 invitaban al optimismo.
Sus dos scratch consecutivos de una primera sección que cerró como líder fueron un buen principio, pero en la segunda fue Hevia quien tomó la iniciativa y el de Porsche se situó a su estela de cara a una etapa dominical en la que podía pasar cualquier cosa. El asturiano aceleró en esa segunda jornada y aunque Vallejo daba ya por buena la segunda plaza, un nuevo pinchazo lo hundiría hasta la duodécima posición final.
“Este año nos persiguen los pinchazos. Tuvimos dos en Cantabria, otro en Vigo y uno más en Ourense. Todo lo que no hemos pinchado en temporadas anteriores lo estamos sufriendo ésta. Y es una pena, porque teníamos un buen resultado en nuestras manos”, dijo apesadumbrado el gallego.