Del 208 este Peugeot sólo va a tener el nombre. Ya hemos podido ver las entrañas y entre una maraña de tubos se esconde el motor 3.2 ‘litros’ que el departamento de competición de la marca francesa ha logrado vigorizar hasta los 875 CV de potencia.
Esta cifra ha sido posible porque la Pikes Peak International Hill Climb es una de las pruebas que mayor libertad técnica deja a los ingenieros. Por lo menos en la categoría reina, la ‘Unlimited’. Por ello en Peugeot Sport han decidido azuzar a la bestia a ver hasta dónde era capaz de llegar. “Tu imaginación es el único límite cuando te dispones a diseñar un coche para Pikes Peak”, afirma sonriente Jean-Christophe Pallier, el ingeniero a cargo del proyecto. “Su diseño ha sido una experiencia tremendamente gratificante incluso a pesar de que aún tenemos que tener en cuenta el factor tiempo”. 
El mayor reto a nivel técnico es la altitud. Bruno Famin, director de Peugeot Sport afirma que un motor atmosférico “pierde el uno por ciento de su potencia cada 100 metros de ascensión”. Con la salida a 2.865 metros el cálculo dice que en el momento de empezar la carrera algunos coches perderán de entrada un 30 por ciento de su ‘caballaje’. Para ir sobrados los ingenieros franceses han recurrido a un motor derivado del V6 biturbo con el que han competido en resistencia. Con 875 CV va a ser el coche más potente con el que jamás ha competido Sébastien Loeb de manera oficial. [Ver ficha técnica Peugeot 208 T16 Pikes Peak]
Pero de nada serviría una potencia tan brutal si el coche, el 208 T16 Pikes Peak, fuera un plomo. Hasta la última pieza ha sido sometida a una cura de adelgazamiento para marcar en báscula 875 kg. “Hemos logrado una relación de peso–potencia mágica y simbólica de 1:01”, sonríe Pallier, cuya criatura emplaza el motor en una posición central trasera para un buen reparto de masas.
En este detalle se asemeja a los legendarios Grupo B y también a su primo cada vez menos lejano, el 908 que ganó las 24 Horas de Le Mans. Y es que el hecho de que los veinte kilómetros de recorrido de la Pikes Peak esté desde el pasado año totalmente asfaltado ha permitido estrechar las diferencias entre este prototipo y el de resistencia. Son comunes también el tren de rodaje, los frenos y detalles de su aerodinámica como –ya lo dijimos– el impresionante alerón trasero de dos metros o la toma de aire del motor.
El arte de cortar el viento es un aspecto que Peugeot Sport ha trabajado de manera meticulosa según Jean-Christophe Pallier. “Creemos que nos puede dar una ventaja competitiva frente a nuestros rivales. Las velocidades alcanzadas durante la ascensión van desde los 50 a los 240 km/h y la aerodinámica juega un papel determinante a partir de los 100 km/h”. En este sentido desde la marca se afirma que aunque no son tan espectaculares hay otros puntos de su carrocería igual de eficaces y que los bajos, aunque no están a la vista, son responsables de cerca de la mitad de la carga aerodinámica del vehículo.
Todo el sector de la automoción francés parece haber hecho frente común para conquistar este pico de Colorado. Peugeot, Loeb y también Michelin, que ha creado unas ruedas a medida teniendo en cuenta también que el 208 T16 Pikes Peak cuenta con tracción total. A juzgar por las imágenes ‘Seb’ ya se ha subido a la bestia, pero Peugeot Sport sigue suministrando gota a gota toda esta información privilegiada...
