Ya está prácticamente todo listo para que el Dakar vuelva a convertir Sudamérica en el escenario del raid más espectacular y duro del mundo. La tradicional ‘largada’ tendrá lugar en Rosario el próximo 4 de enero, de manera que sólo falta que los protagonistas vayan llegando a Argentina en estos menos de diez días.
El barco procedente de Le Havre con la inmensa mayoría de los vehículos de competición, asistencia y organización llegó hace solo unas horas y poco a poco el Dakar irá tomando cuerpo antes de la primera etapa que se celebrará el 5 de enero.
En la categoría de coches todo indica que este año deberá prolongarse el dominio de los MINI All4 Racing del equipo alemán X-Raid, el mismo que las dos últimas ediciones han permitido a Stéphane Peterhansel agrandar su leyenda dakariana. Once veces ha ganado el francés este raid, seis en motos y cinco en coches; llegar a la docena supondría igualar uno y otro parcial, precisamente la ilusión con la que ‘Monsieur Dakar’ afronta esta nueva edición que, dicen, va a ser durísima.
Todos coinciden, incluso los equipos de coches que no pasarán por Bolivia en especial cronometrada, que los números y el perfil de etapa de este Dakar tiene algo que lo diferencia de las demás ediciones que se han celebrado en Sudamérica. Uno de ellos es Carlos Sainz. El madrileño vuelve a creer en los buggy, aunque este año competirá con uno del equipo Red Bull SMG diseñado por Phillipe Gache.
Sainz nunca compite sin tener opciones de luchar por el triunfo y sus buenas vibraciones tras los test que hizo su nuevo equipo en Marruecos hacen pensar que el buggy tiene potencial. Su plan es no perder el tren de cabeza en la primera semana de carrera y, a partir de la segunda, cuando el Dakar se adentre en el desierto de Atacama, pasar al ataque al ser un terreno que se dará bien a su coche.
Pero ‘El Matador’, como se le conoce a Sainz por Sudamérica, sabe perfectamente que los favoritos son otros. Al margen de Peterhansel, X-Raid cuenta este año con una estructura poderosísima. Su principal refuerzo es Nasser Al-Attiyah, ganador del Dakar 2011 y para muchos el piloto más rápido en arena del mundo. El catarí se unió a última hora al equipo alemán en una maniobra muy extraña, ya que llevaba meses perfeccionando uno de los buggy de MD.
Otro de los favoritos por experiencia, motivación y potencial de su MINI es Nani Roma. El de Folgueroles ha ganado todo raid en el que ha participado durante esta pasada temporada y da la impresión de que está mejor acoplado que nunca al All4 Racing de X-Raid. Precisamente esta edición va a hacer diez años de su victoria en motos y sería la guinda a toda una carrera dedicada al desierto repetir en coches, algo que sólo han logrado con anterioridad su compañero Peterhansel y Hubert Auriol.