El Mundial entra ya, definitivamente, en su fase decisiva. Gales inaugura esta semana la recta final de una temporada la mar de intensa y emocionante, que encara su antepenúltima cita con un panorama impredecible, más comprometido que nunca, después de un Rallye de Turquía francamente selectivo, que ha echado más leña al fuego todavía.
Ott Tänak parece haber cogido carrerilla desde que comenzó la segunda mitad de la temporada, encadenando tres victorias consecutivas sin despeinarse que le han posicionado segundo, a 13 puntos de Thierry Neuville, cuya victoria en en la Power Stage de Marmaris le permitió, al menos, taponar ligeramente la hemorragia que, de otra manera, le hubiese comportado el abandono que causó en la segunda jornada de la cita otomana.
El jefe de filas de Hyundai todavía tiene margen para poder gestionar su ventaja. Por el contrario, el que se ve ya con el agua al cuello es Sébastien Ogier, quien lleva desde abril sin copar un podio, y acarrea ya dos abandonos que pueden complicar sobremanera sus opciones de revalidar el título.
El último de ellos lo rubricó hace casi un año, precisamente, en Gales, el primer rallye que se dispone a afrontar desde que se ha hecho público su fichaje para 2019 por Citroën. Un bombazo mediático que aunque, aparentemente, pueda parecer que le exime de cierta responsabilidad, incrementa más todavía la presión sobre el francés, puesto que no se daría el mismo escenario si vuelve a Versalles como campeón que recién derrotado por Neuville o Tänak. Así pues, ya se puede espabilarse y no volver a fallar este fin de semana si quiere que el equipo rojo vuelve a recibirlo dentro de un par de meses con todos los honores.
En un momento clave como este para la resolución del título habrá que considerar también qué rol como outsiders ejercen este fin de semana pilotos con capacidad para rodar rápido por las embarradas pistas de la campiña galesa como Andreas Mikkelsen, Elfyn Evans, Hayden Paddon, Mads Ostberg, Jari-Matti Latvala o Craig Breen. Todos ellos pueden jugar también un papel secundario fundamental en la resolución de un título que, dependiendo de lo que acontezca a partir del viernes, podría pasar a ser cosa de dos.
Casi tan apretada está también la lucha por el título de WRC2 entre las dos puntas de lanza del equipo Skoda: Jan Kopecky y Pontus Tidemand. Esta vez, el sueco va a defender sus opciones en solitario, después de un Rallye de Turquía donde salió derrotado por su compañero de marca, que gracias a ese resultado se ha escapado como líder del campeonato, aunque no le toque correr este fin de semana.
Buena oportunidad va a tener también Nil Solans, el único representante español en esta edición de la prueba galesa. El joven catalán, espoleado anímicamente por los destellos que dejó durante los primeros tramos del Rallye de Alemania, donde estrenó en su Ford Fiesta R5 neumáticos con el sello de Pirelli, aborda su primera experiencia sobre tierra calzado con las cubiertas italianas, en un rallye muy técnico, donde lleva sin competir desde 2015, en el que va a llevar consigo por primera vez a su nuevo copiloto: Marc Martí.
