Lo sucedido durante estos tres últimos días en la categoría de coches en el Dakar quedará para el anecdotario. Solución pactada, quizás nunca lo sepamos, lo que es una realidad es que Nani Roma ha podido por fin hacer realidad su sueño de ganar la prueba de raids más dura del mundo a bordo de un vehículo de cuatro ruedas, un flamante Mini ALL4 Racing copilotado por Michel Périn, justo diez años después de haberlo conseguido en motos.
La conclusión de la etapa de hoy ha tomado tintes reconciliadores cuando su archienemigo deportivo, Stephen Peterhansel, ha esperado a las puertas de la meta a que tanto Roma como Al-Attiyah formaran escuadra como trío integrante del podio de este año. Habrá quien quiera quitarle mérito al de Folgueroles pero no es más cierto que ha dado muestras de que durante las etapas más difíciles de este Dakar fue precisamente él y no otro el que llevó las riendas de la carrera.
Este año cambiaban las tornas y a Peterhansel se le ha reconocido igual de combativo cuando ha tenido que defender la primera posición que, como en esta ocasión, que ha tenido que atacar para reducir su desventaja ante un Nani Roma al que quizás le ha pesado en exceso la responsabilidad de liderar la prueba. El francés tiene muy poco que demostrar y sin duda, si el año que viene cambia de montura y se sube al posible proyecto de Peugeot volverá con ganas de resarcirse. Cinco minutos y 38 segundos que es la diferencia que ha habido entre ambos en la meta de este controvertido Dakar, es apenas un suspiro si somos capaces de echar la vista atrás y hacer balance de las especiales dificultades a las que han tenido que enfrentarse en esta ocasión.
La tercera posición ha sido para Nasser Al-Attiyah demostrando una vez más que siempre es un piloto al que hay que tener en cuenta. La penalización de una hora ha impedido que el catarí pudiera luchar por su segundo Dakar sin embargo es de alabar cómo cuando parecería que todo estaba perdido se ha puesto como objetivo concluir el podio y lo ha conseguido terminando a tan solo 56 minutos y 52 segundos del vencedor.
La victoria de hoy ha sido para Giniel de Villiers, cuarto de la general, que a lomos de su Toyota pick up vuelve a revelarse como una de las pocas alternativas al dominio ejercido por Mini estos últimos años.