Este fin de semana se cambiaron los papeles en el equipo M-Sport. El debutante en Montecarlo con un WRC Elfyn Evans logró una fenomenal sexta plaza y el piloto número uno, Mikko Hirvonen, pasó muy desapercibido a causa de los problemas de puesta a punto con los que se tropezó para sentirse cómo con el Ford Fiesta.
El joven Elfyn Evans no cabía en sí de alegría después de salvar un debut complicadísimo con el WRC de M-Sport. El Montecarlo de este año fue un concentrado de aquello que lo ha convertido en leyenda y en esas condiciones de climatología cambiante acabó sexto. “Estoy totalmente encantado de haber llegado a la meta en una posición tan fuerte. Obviamente es muy decepcionante para Mikko, ya que él y Jarmo nos ayudaron mucho este fin de semana y el sexto lugar debería haber sido de ellos”, dijo.
El escocés explicó que a lo largo de todo el fin de semana se las arregló para no complicarse la vida y evitar “sustos, dramas ni grandes derrapajes”. “Superar una carrera complicada como ésta es un gran logro para nosotros y supone cumplir con todo lo que queríamos del fin de semana”, señaló Evans, que dedicó este resultado a su equipo. “Hay un montón de gente que ha hecho esto posible. Fue un gran paso entrar en un equipo como éste y con un coche ‘top’ en mi primera participación en el Montecarlo, por ello debo dar las gracias a Malcolm Wilson y al equipo por la oportunidad”.
Precisamente el director de M-Sport cree que el resultado de su pupilo en uno de los Montecarlo más complejos de los últimos años supone “un mensaje claro de que tiene una gran carrera por delante”. Aunque sus mejores elogios fueron a la figura de Bryan Bouffier, que con uno de sus Fiesta RS WRC ‘carreras cliente’ se las arregló para liderar la carrera y acabar en segunda posición. “Ha conducido magníficamente bien de principio a fin. Acabar segundo en el Montecarlo en su primera vez con el Ford muestra que tiene un verdadero potencial y esperamos que podamos encontrar una manera de volverlo a tener al volante”, declaró Malcolm Wilson.
Por su parte Mikko Hirvonen, que vuelve a Ford después de dos temporadas muy mejorables en Citroën, admitió que este pasado fin de semana fue “muy frustrante” y que al contrario de lo que pensaba, deberá adaptarse de nuevo al Fiesta RS WRC. “Nos ha costado volver a cogernos al Ford en las primeras especiales, pero el ritmo fue llegando, por eso es una verdadera pena acabar de la manera que lo hice. Ahora sólo necesito concentrarme en el siguiente rally. Suecia es una prueba en la que disfruto, así que espero que seamos capaces de darle la vuelta y mostrar nuestro verdadero potencial”.
