Los acontecimientos se han desencadenado de tal manera durante lo largo de las últimas horas que, a falta de los cinco tramos que restan por disputarse en la etapa de mañana, Sébastien Ogier se ve ahora liderando el Rally de Gales, a resultas del dramático abandono que ha protagonizado Ott Tänak; si bien el otro hombre fuerte de Toyota, Jari-Matti Latvala, el mismo al que el estonio ha arrebatado a golpe de victorias la jefatura del equipo esta temporada, se está mostrando decidido a defender la honra del equipo tratando de impedir la victoria del galo.
El destino ha querido que ‘Seb’ reedite con el finlandés, por los paisajes forestales del país (mucho más bucólicos hoy, bajo un Sol radiante, que ayer, con un panorama tan desapacible como el que se dio), un duelo cerrado como los que protagonizaron alguna vez, estos años atrás, cuando operaban ambos bajo las carpas blanquiazules de Volkswagen.
Jari-Matti, desde luego, ha mostrado a las claras que tiene ganas de revancha con el francés. Tanto se ha esmerado desde que el de Gap ha relevado como líder a Ott Tänak que, en un par de tramos, ha dejado sentado a su joven compatriota, Esapekka Lappi, con el que llevaba bregando todo el rally, y, de seguido, se ha acercado peligrosamente a 4.4 segundos de Ogier. Una ajustada diferencia, de la que pende el triunfo con el que ‘Seb’ puede volver a sacudir mañana las brasas de su sexto título.